"No lo ha entendido nuestra gente", explican a Efe fuentes de la dirección federal del PSOE en relación a la polémica en torno a la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut, el debate identitario que se generó posteriormente o la manifestación del pasado mes de julio, en una dinámica impulsada por CiU y por los otros socios del tripartito.
Así, en un primer análisis somero de los resultados, el PSOE cree que esa cuestión ha influido en el castigo que han sufrido los tres partidos del tripartito, incluido el PSC, cuyo gobierno se ha visto perjudicado por los efectos de la crisis entre la ciudadanía.
De hecho, recuerdan las fuentes, la crisis está dañando la imagen de todos los gobiernos en general, sean del ámbito que sean, incluidos los de España, Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania o Irlanda.
Aunque la dirección federal daba por hecho la derrota del PSC y el ascenso de CiU, lo cierto es que los resultados finales han sorprendido en parte en el PSOE, que confiaba en mantener los 33 escaños que hace unas semanas vaticinaba el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) y que los nacionalistas catalanes no llegaran a los 60.
Pero eso ha sido hasta hoy, porque las encuestas internas del PSOE, conocidas popularmente como "israelitas", pronosticaban para los socialistas catalanes 28 parlamentarios, justo la misma cifra que les otorgan las urnas, con casi el 99 por ciento de los votos escrutado.
Han fallado los cálculos de estos sondeos en cuanto a los resultados del PP, que consigue 18 diputados, frente a los 16 que creían los socialistas.
"No hemos podido salvar los muebles", resumía en declaraciones a Efe un miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE para referirse al peor resultado de los socialistas catalanes en democracia.
Aunque será mañana cuando el núcleo duro de la dirección federal analice al detalle el desenlace de estas elecciones, el secretario de Organización, Marcelino Iglesias, ha querido hacer un acto de contrición y ha asegurado que el PSOE va a asumir la parte de responsabilidad que le corresponde en este fracaso y va a abrir un proceso de reflexión interna.
Una reflexión que tendrán que realizar con el sosiego necesario para ver las cosas en perspectiva, aseguran las fuentes, pero también con la premura que imprime el hecho de tener otra cita electoral en el horizonte: las autonómicas y municipales de mayo de 2011.
Las fuentes consultadas por Efe no se han pronunciado sobre el alcance de la corresponsabilidad que el PSOE está dispuesto a asumir.
Con todo, lo que sí tienen claro los socialistas es que estos resultados no son extrapolables al ámbito nacional, convencidos de que los ciudadanos saben perfectamente lo que votan en cada elección.