Piden cadena perpetua y trabajos forzados para el secuestrador de los españoles en Mauritania

AGENCIA EFE 20/07/2010 18:12

El juicio contra Omar Uld Sid'Ahmed Uld Hame, verdadero nombre de Saharaui, comenzó hoy en la Sala Penal del Tribunal de Nuakchot con la declaración de los acusados y los alegatos tanto de la defensa como de la acusación.

El Ministerio Público también reclamó la cadena perpetua para otros tres cómplices de Saharaui: Bujari Uld Mahmud Uld Isaui, el supuesto miembro del Frente Polisario Mohamed Salem Uld Hmuda Uld Mohamed y Elid Uld Lehbus.

Contra otras dos personas, El Koriya Mint El Bujari Uld Isaui (hija de Bujari) y Yumaa Mohamed Regragui, se pidieron tres y dos años de prisión firme respectivamente.

Aunque en la sala estaban presentes seis imputados, también se juzga a otros cinco en rebeldía -incluido Moctar Belmoctar, jefe del grupo de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), que supuestamente mantiene secuestrados a Albert Vilalta y Roque Pascual-.

El presidente del tribunal decidió posponer el juicio contra estos cinco hasta que sean arrestados y puestos a disposición de la justicia.

El proceso comenzó poco después de las 09.00 de la mañana, en medio de amplias medidas de seguridad alrededor del Palacio de Justicia, al que acudieron, principalmente, periodistas y pocos familiares.

Entre las pruebas presentadas, la Fiscalía aportó el testimonio del vigilante de una torre telefónica en la carretera entre Nuakchot y Nuadibú (en la que se produjo el secuestro), que había narrado cómo Uld Mohamed y Saharaui se acercaron el día de autos hasta ese lugar para recoger el coche de este último, estacionado allí desde hacía dos meses.

En su declaración ante los jueces, uno de los acusados, Regragui, confesó haber comprado por encargo de Saharaui 180 litros de agua, seis indumentarias mauritanas ("bubús") y neumáticos, y añadió que le entregó ese material en la carretera entre Nuakchot y Nuadibú unos días antes del secuestro.

El fiscal, Ahmed Uld Abdulá, estimó en su intervención que ésas fueron las provisiones que permitieron a los captores alcanzar junto a los secuestrados las bases de AQMI en Mali, donde supuestamente siguen Vilalta y Pascual.

Asimismo, señaló que la indumentaria tradicional mauritana sirvió a los secuestradores para camuflar a los rehenes en caso de vigilancia aérea.

En la declaración que dio a la Policía mauritana tras ser detenido el pasado mes de febrero en Mali, Saharaui reconoció haber recibido 10 millones de francos CFA (unos 15.000 euros) de Belmoctar por ejecutar el secuestro, una parte antes y otra después de haberlo llevado a cabo.

Por su parte, el abogado Bunene Uld Sidi quiso arrojar la duda sobre las acusaciones contra sus clientes y basó su defensa en la ausencia de declaraciones públicas de una de las secuestradas, Alicia Gámez, que fue liberada el pasado 10 de marzo, acerca de sus captores.

Sidi también se preguntó por qué la Fiscalía no ha solicitado un careo entre Gámez y Saharaui y Uld Mohamed para saber si los reconoce.

Tras la sesión de hoy, se espera que mañana el tribunal pueda pronunciar su veredicto acerca de este caso.