Protagonistas y claves del 'Madrid Gate'

INFORMATIVOS TELECINCO 29/01/2009 00:00

Francisco Granados, Consejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid, habría formado según El País un grupo integrado por ex policías y ex guardias civiles para elaborar informes sobre tramas de corrupción y sobre políticos a los que sólo tiene acceso el propio Granados. La trama de corrupción en Coslada, el caso de Ciempozuelos o las mafias de las discotecas son algunos de los asuntos que ha investigado este grupo de inteligencia. Marcos Peña es el director nombrado directamente por Francisco Granados y con el colaboran tres ex agentes que se encargan de investigar y elaborar informes.

Marcos Peña fue algunas de las fuentes del periodista. Peña es un ex policía que presuntamente dirige el servicio privado de espionaje de Granados. Según Peña, el grupo de inteligencia trabaja al margen de los protocolos oficiales y obtiene datos "de sus enlacen en distintas unidades de la Policía y la Guardia Civil, incluidas unidades de Asuntos Internos o lucha contra el crimen organizado". Además, Peña declaró a El País que "a Granados le venían las hostias de todas partes y tenía que saber de dónde le venían".

Ignacio González , vicepresidente de la Comunidad de Madrid, el hombre más poderoso en la Comunidad después de la presidenta Esperanza Aguirre, ha sido presuntamente objeto de distintos seguimientos durante sus viajes públicos y extranjeros. Gracias a ese espionaje, realizado en algún caso con cámaras ocultas, se han elaborado dos informes donde se aportan fotografías del vicepresidente y se insinúa que podría estar relacionado con conductas delictivas. En un informe se le acusa de que un viaje personal de Granados a Sudáfrica (unos 8.000 euros de coste) se lo regaló Enrique Sánchez González, propietario de las empresas Sagital y Segurisa, contratista de la Comunidad de Madrid, como supuesto pago por la adjudicación de contratos públicos multimillonarios. González sopesó crear su propio servicio de inteligencia también.

Manuel Cobo, vicealcalde de Madrid , la mano derecha de Alberto Ruiz Gallardón ha sido presuntamente objeto de seguimientos diarios por parte del equipo de ex agentes al servicio de la Consejería de Interior de la Comunidad en abril de 2008. Al vicealcalde "le hacían seguimientos en los alrededores de su despacho en el Palacio de Correos y desde que salía por la mañana de su domicilio particular", según publicó El País.La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, se reunió el pasado lunes con el vicealcalde del Ayuntamiento de Madrid, Manuel Cobo, para continuar la investigación de la dirección nacional del partido sobre la existencia de una supuesta red de espías en la Comunidad de Madrid. Es el quinto cargo implicado en los supuestos seguimientos de la trama de espionaje con el que se reúne De Cospedal, que ya durante la semana pasada, en cuanto el presidente del PP, Mariano Rajoy, ordenó comenzar una investigación.

Alfredo Prada, ex consejero de Justicia de la Comunidad de Madrid

, habría sido espiado por efectivos de la Consejería de Interior de la Comunidad de Madrid poco antes de ser destituido por Esperanza Aguirre y justo después de mostrar su apoyo público a Mariano Rajoy. El hombre de confianza de Prada, Juan Carlos Fernández, también habría sido espiado y se le requisó un ordenador. Juan Carlos Fernández, director de Seguridad de Justicia y hombre de confianza de Prada, también fue espiado supuestamente por los ex agentes. Un día después de que Esperanza Aguirre destituyera a Prada, el 27 de junio de 2008, el director general de Seguridad de Interior, Sergio Gamón, irrumpió con cuatro hombres en el despacho de Fernández cuando éste estaba ausente y requisó documentación y un ordenador.

Álvaro Lapuerta, ex tesorero del PP,

había manejado dossiers que afectan a altos cargos del PP de la Comunidad de Madrid. Lapuerta avisó a Rajoy de la existencia de informes elaborados por grupos parapoliciales de la Comunidad de Madrid. Tras la confesión del ex tesorero popular, los consejeros acudieron a Génova. Granados fue el primero en acudir a la reunión con Rajoy. Estas reuniones se produjeron en el momento en que se especulaba con que Esperanza Aguirre pudiera presentarse como candidata a la Presidencia del PP.

Alberto Ruiz Gallardón, alcalde de Madrid, según publicó tiene una unidad parapolicial a su servicio para controlar a sus ediles El Mundo . "Este grupo funciona al margen de la estructura de la Policía Municipal y escapa del control del inspector jefe del Cuerpo, Emilio Monteagudo, según denunció la Unión de Policía Municipal, el sindicato mayoritario de esta institución de la capital de España", según el diario de Pedro J. Ramírez. El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha decidio guardar silencio sobre todo lo relacionado con supuestos casos de espionaje a políticos en la capital porque ahora, subraya, "es el tiempo de los jueces".

El delegado de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid,

Pedro Calvo, aseguró que "no hay ninguna oficina parapolicial" en la capital . Según Calvo, la denuncia presentada por el sindicato Unión de la Policía Municipal (UPM) en referencia a este tema "ha pretendido crear una cierta confusión" entre dos unidades municipales: la Oficina de Seguridad Corporativa y la Sección de Apoyo de la Unidad de Vigilancia y Protección. Pedro Calvo garantizó además, en relación con las dudas del PSOE sobre un posible seguimiento a sus concejales, que ningún concejal tiene vigilancia sin previo conocimiento.

Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, ha confirmado la existencia de los dossieres y ha dicho que el propio Rajoy lo conocía y que fue él mismo quien se lo comunicó , aunque no se hizo investigación alguna al respecto. Uno de los dossieres es un trabajo profesional en el que se documenta el patrimonio de González y se apunta que lideraría un grupo de amigos que crean un negocio particular y que "obtienen beneficios extra de la Comunidad o el Canal de Isabel II" según El País. La dirigente regional sale al paso de las polémicas afirmando que todo es un montaje contra ella. "Van a por mí" fueron las declaraciones de la presidenta antes de afirmar que Mariano Rajoy sea la víctima de la polémica, pues a él "no se le ha acusado de nada".