Rusia y EEUU celebrarán una nueva ronda de desarme en Ginebra del 23 al 24 junio

AGENCIA EFE 18/06/2009 13:30

"Las conversaciones han transcurrido hasta ahora de manera constructiva", aseguró Andréi Nesterenko, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, en rueda de prensa.

El diplomático subrayó que el tema de "la reducción de armamento estratégico" será uno de los principales puntos de la agenda de conversaciones entre Obama y el presidente ruso, Dmitri Medvédev.

Está previsto que los primeros resultados concretos de las negociaciones de reducción de armas nucleares se desvelen precisamente durante el encuentro que los presidentes de ambos países mantendrán en Moscú entre el 6 y el 8 de julio.

Rusia y EEUU han celebrado hasta ahora dos rondas de desarme -mediados de mayo en Moscú y principios de junio en Ginebra-, desde que Medvédev y Obama se comprometieron a principios de abril en Londres a iniciar unas nuevas negociaciones de desarme nuclear.

El proceso de desarme fue aparcado por la anterior Administración del presidente estadounidense George W. Bush.

Ambas partes han descrito como "productivas" las rondas de conversaciones celebradas hasta ahora, aunque se desconoce si se han producido avances, ya que las negociaciones han sido a puerta cerrada.

Rusia mantiene que el nuevo tratado de reducción de armas estratégicas con Estados Unidos debe limitar los arsenales de cada parte a no menos de 1.500 cabezas atómicas.

Además, insiste en que el nuevo acuerdo de desarme, que sustituirá al Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START) que expira en diciembre, debe contemplar todos los planes norteamericanos de desarrollo de sistemas de misiles estratégicos.

Es decir, los planes de emplazar en Europa del Este elementos de su escudo antimisiles, el posible despliegue de armamento en el espacio y el desarrollo de cargas no nucleares para los misiles balísticos intercontinentales.

Las autoridades rusas sostienen que debe quedar excluida toda posibilidad de desplegar armas ofensivas estratégicas fuera de los territorios nacionales, con lo que el polémico escudo estadounidense no podría instalarse en la República Checa y Polonia.

El objetivo de ambas partes es elaborar en solo cinco meses un nuevo acuerdo de desarme que reemplace al START, que expira el 5 de diciembre, mientras su ratificación por la Duma rusa y el Congreso norteamericano podría aplazarse hasta 2010.

Los dos están de acuerdo en que el Tratado START no puede ser prolongado y en que el nuevo documento deberá fijar una ulterior reducción de los arsenales estratégicos, que no será radical, pues ninguna de la partes está preparada para ello.

El START, fruto de diez años de negociaciones entre la URSS y EEUU, firmado en 1991 y que entró en vigor en 1994, contemplaba unos límites de no más de 1.600 portadores y 6.000 cargas nucleares.

El futuro acuerdo buscará niveles de reducción de armas menores que en el actual Tratado de Moscú sobre Reducciones de Armamento Estratégico Ofensivo de 2002, que estipula que para 2012 ambas potencias tengan un máximo de entre 1.700 y 2.200 cargas nucleares.