En su intervención parlamentaria tras el anuncio de Puigdemont de someterse a una moción de confianza, ha valorado el gesto ante la falta de una mayoría suficiente para tirar adelante las cuentas, y ha añadido que "el problema no está en la lealtad o no de un socio, sino de la misma hoja de ruta", y más cuando de las elecciones salió una mayoría de diputados favorables a la independencia pero no un mandato democrático por un Estado catalán.
No le ha pedido que renuncie al objetivo independentista, que ve legítimo, pero le ha avisado de que, para conseguirla, primero hay que construir una amplia mayoría por el derecho a decidir, y ha apuntado que las diferentes perspectivas de las realidades sociales de JxSí y la CUP han hecho inviables las cuentas.