Solchaga critica el "mundo presidencialista" de Zapatero en el que los ministros son "secretarios"

INFORMATIVOS TELECINCO/AGENCIAS 19/10/2009 06:36

Solchaga cree que decir que la orientación política de Zapatero es equivocada "no sería justo", pero sostiene que su error es otro: "concentrar la actuación política en su persona, minusvalorando de manera implícita el papel del Gobierno y de la Administración pública como parte de los instrumentos de gobernación de un país".

"Y quizá, al disponer de menos instrumentos, corre el riesgo de producir una imagen de poca consistencia política, con ciertos toques populistas", advierte. Bajo su punto de vista, el "mundo" en el que vive el actual presidente del Gobierno "es un mundo presidencialista, en donde el único agente político relevante es él y trata a todos los demás como secretarios: el secretario de Sanidad, el secretario de Cultura...".

No esquiva la polémica suscitada hace unas semanas sobre la falta de críticas de los ministros o de los dirigentes socialistas hacia Zapatero o, incluso, sobre el nombramiento de ministros que no se le enfrenten en la toma de decisiones. Esto, según el ex ministro de Economía y Hacienda, no sucedía con Felipe González, una persona "con grandeza de ánimo a la hora de escoger colaboradores sin temor a que le hagan sombra" o a que tuvieran "perfil propio".

Solchaga hace una recomendación al presidente que es cultivar una buena relación con su ministro de Economía para evitar problemas como la "evidente" confrontación con Solbes. "Yo me hubiera ido mucho antes que Pedro Solbes", subraya.

Carlos Solchaga advierte al actual Ejecutivo de que es "psicológicamente peligroso" pensar que "lo estás haciendo tan bien, salvando a tanta gente, que te tienen que querer por fuerza". "Si sólo gobiernas para que te quieran, estás perdido".

Sobre los Presupuestos Generales del Estado para 2010, Solchaga critica una cobertura de la situación de desempleo "muy generosa", que la ciudadanía se toma como si fuera una "beca" que "espera agotar antes de buscar otro trabajo".

Las cuentas públicas para 2010 son las "más difíciles de la democracia, porque nunca antes se había vivido una recesión tan profunda", y sugiere como receta para la actual coyuntura evitar la utilización de impuestos o gastos para conseguir objetivos de "corte populista". Una receta que incluye medidas para reactivar la economía, liberalizar los sistemas de alquileres "reequilibrando una legislación que está a favor del inquilino" y una reforma laboral.