Un 'Tigre de Arkan' dice que aunque le ordenaron matar a un serbio en Madrid fue su jefe quien cometió el asesinato

EUROPA PRESS 06/11/2014 14:07

Un antiguo integrante de los 'Tigres de Arkan', condenado a más de 100 años de cárcel en Serbia y apodado 'La Bestia', Sretko Kalinic, se ha desvinculado este jueves del asesinato en 2009 en Madrid de otro los integrantes del grupo paramilitar, Milan Jurisic, y ha culpado al presunto jefe de la banda, Luka Bojoviv, de matar a su compatriota. El cadáver de la víctima fue descuartizado, triturado y los responsables de su muerte ingirieron partes de su cuerpo, según datos de la investigación policial.

Durante el juicio que sigue la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional contra cuatro acusados de participar en la cruenta muerte, que fue descubierta a raíz del 'chivatazo' del propio Kalinic, el testigo ha asegurado a través de videoconferencia que se desplazó a España por orden de Bojovic para cometer el asesinato pero su participación no fue, finalmente, necesaria.

Según su relato, fue el propio Bojovic el que mató a su subordinado a martillazos, en un arranque de ira provocado por "el carácter provocador" de la víctima. El testigo ha respaldado la acusación formulada por la fiscal de la Audiencia Nacional Ana Noé que solicita penas de entre 5 y 41 años de prisión para cuatro acusados: Luka Bojovic, Vladimir Milisavljevic, Vladimir Mijanovic y Sinisa Petric.

La representante del Ministerio Público pide, en concreto, 41 años para Bojovic; 21 para Milisavljevic, 17 para Petric y cinco para Mijanovic por la comisión de delitos de participación en organización criminal, asesinato, encubrimiento, depósito de armas de guerra y falsedad documental.

Según ha expuesto al tribunal, los acusados arrojaron después fragmentos de los huesos del cadáver al Río Manzanares. El testigo ha reconocido que fue él mismo quien se desplazó en bicicleta hasta el lugar para deshacerse de los restos que no fueron localizados hasta el año 2012, tres años después de la comisión del homicidio.

Los acusados eran miembros del 'Clan Zemun' y residían en España huyendo de la Justicia de su país, que les relacionaba con varias muertes, entre ellas la del primer ministro serbio Zoran Djindjic. Bojovic, líder del clan, quería acabar con la vida de la víctima, también integrada en la organización. A principios de marzo de 2009 decidió llevar a cabo sus planes después de un incidente desarrollado en el apartamento que ocupaban en Madrid y tras el cual Jurisic cayó de rodillas suplicando.

El acusado le golpeó con un martillo en la cabeza cuatro o cinco veces. En compañía del resto de acusados, trasladó el cuerpo a la cocina donde lo descuartizaron y metieron en el frigorífico, envuelto en papel y bolsas, dice la Fiscalía en su escrito de acusación provisional.

Al día siguiente trituraron los trozos con una máquina eléctrica hasta que el aparato se rompió a causa de una antigua bala que la víctima tenía alojada en el cuerpo. Los cuatro 'Tigres de Arkan' compraron otra y "tiraron las partes picadas al inodoro".

HUESOS CORTADOS CON SIERRA

Además, cortaron con una sierra los huesos y fracturaron la cabeza. Uno de ellos se trasladó en bicicleta hasta el río Manzanares con los fragmentos y los arrojó al agua a la altura del puente de la Reina Victoria.

Antes de abandonar la casa, a finales de abril de 2010, Milisavlevic llevó a cabo una reforma total. Cambió el suelo, pintó y cambió todo el mobiliario y sustituyó la nevera y el inodoro del baño.

Los acusados fueron detenidos en febrero de 2012 tras ser delatados por 'La Bestia'. Durante el registro de varias de las viviendas que ocupaban se localizaron una decena de armas, entre ellas un 'llavero pistola', abundante munición, silenciadores y 517.760 euros.

En el río se encontraron 117 restos óseos en marzo de 2012. Las fracturas que presentaban los huesos eran propias de haber sido originadas por un instrumento con el borde serrado y ser secundarias a un traumatismo craneal.