Este tipo de gas ha tenido en los últimos años un fuerte desarrollo en EEUU, hasta el punto de que el país es casi autosuficiente en este combustible, aunque su explotación genera algunas preocupaciones por los efectos de la tecnología en el medio ambiente.
"Vamos a trabajar con la UE en el posible desarrollo del gas no convencional asegurando que se atienden las preocupaciones ambientales", declaró tras la reunión, Richard Morningstar, enviado especial de EEUU para Energía en Eurasia.
Después del éxito con la producción de este tipo de gas en EEUU, varias compañías de ese país -donde se ha desarrollado la tecnología- tienen proyectos ya en marcha o en preparación para realizar prospecciones en varios países europeos, tanto en solitario como en cooperación con compañías locales.
La declaración emitida por Bruselas y Washington tras la reunión señala que ambas partes acordaron intercambiar experiencias sobre cuestiones medioambientales derivadas del uso de recursos de gas no convencional, incluyendo el 'shale gas' a fin de tratar la cuestión de la aceptación pública" de la tecnología.
Este tipo de gas está situado a elevadas profundidades y bajo capas de roca muy dura, que se rompe inyectando agua a alta presión con sustancias químicas para disolverla.
El método de extracción genera preocupaciones por la posible contaminación de los acuíferos, mientras que la salida del gas libera metano, un gas asociado con el cambio climático.
La reunión ministerial de Energía, que fue encabezada por las responsables de política exterior de ambas partes (la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, y la Alta Representante de la UE, Catherine Ashton) recalcó el punto de vista común de que la seguridad energética es una cuestión clave de su política exterior.
Europeos y estadounidenses señalaron que continuarán apoyando el desarrollo del "Corredor Sur", en el que hay varios proyectos para transportar gas desde el Cáucaso y Asia Central hacia el sureste de Europa, a fin de reducir la dependencia del gas que transita desde Rusia por Ucrania y Bielorrusia.
Además, resaltaron la disposición a ayudar a Nigeria -un importante exportador de petróleo y gas- a mejorar la gestión de su sector energético y a resolver los importantes problemas de conflictos internos que sufre el país.
La UE y EEUU también acordaron cooperar con Ucrania para que ese país mejore el clima de acogida a las inversiones energéticas, a fin de que lograr más recursos para la explotación y transporte de fuentes de energía.
Finalmente, Bruselas y Washington señalaron que van a cooperar en el desarrollo de estándares comunes para vehículos eléctricos y redes eléctricas de nueva generación.
Esta fue la segunda reunión del Consejo Ministerial en Energía UE-EEUU, una iniciativa lanzada en la cumbre bilateral del año pasado en Washington.