El ministro marroquí de Exteriores, Taieb Fassi Fihri, acusó a la propia Haidar de haber iniciado la crisis y advirtió de que se quiere "envenenar" la relación entre España y Rabat, que en los últimos años se ha convertido en un interlocutor clave de Madrid en cuestiones como terrorismo, inmigración o inversiones.
"Esperamos que todavía se pueda encontrar una solución política o humanitaria de compromiso", afirmó la comisaria europea encargada de Política de Vecindad, Benita Ferrero-Waldner, en una rueda de prensa tras el Consejo de Asociación UE-Marruecos, que no tenía previsto inicialmente tratar el caso de la activista saharaui.
Fassi Fihri aseguró que Haidar "ha creado la situación" al rechazar su pasaporte marroquí, y afirmó que su Gobierno nunca autorizó el vuelo organizado por las autoridades españolas para que Haidar viajara el pasado viernes a El Aaiún, frustrado cuando los pasajeros estaban ya en el avión.
Por parte española, el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos -que no asistió al encuentro UE-Marruecos- aseguró que continúan las gestiones diplomáticas y recalcó que las relaciones con Rabat siguen siendo "sólidas".
Según el ministro, España trabaja "con todos los actores principales que puedan tener influencia y, por tanto, un impacto para resolver este caso".
La comisaria Ferrero-Waldner manifestó preocupación "por el deterioro de la salud" de Haidar, en huelga de hambre desde hace 22 días tras serle negada la entrada en Marruecos, si bien reconoció que se trata de "una cuestión bilateral" entre Madrid y Rabat.
"Hemos evocado el caso de Haidar y hemos manifestado nuestra preocupación e inquietud", así como la "esperanza de encontrar una solución humanitaria a este caso dramático", dijo el secretario de Estado sueco de Exteriores, Frank Belfrage, en nombre de la presidencia de turno comunitaria.
El ministro marroquí insistió en que la propia Haidar "ha buscado esta situación" al intentar entrar en territorio marroquí con un pasaporte de ese país pero afirmando que no es marroquí.
Después "entregó el pasaporte junto con su tarjeta de identidad", añadió Fassi Fihri, quien recalcó que las autoridades de su país no le retiraron el pasaporte.
Por ello, "fue expulsada de acuerdo con las normas internacionales de transporte", subrayó el ministro, quien recordó que Haidar ha viajado al extranjero durante cinco años sin plantear esta cuestión, por lo que "la cuestión que cabe preguntarse es por qué lo hace ahora".
Fassi Fihri recalcó que el Gobierno español "ha hecho cosas excepcionales" al proponer a Haidar el asilo político y luego la nacionalidad española, posibilidades que ha rechazado tras recibir "instrucciones" de "otra parte".
Aseguró en este sentido que Haidar "no es una militante de los derechos del hombre", sino que "está dentro de una lógica política", y apuntó al Frente Polisario.
Fassi Fihri dijo que Aminetu Haidar "recibe instrucciones de quienes le dan órdenes".
Preguntado acerca de qué posibles salidas hay, apuntó a la posibilidad de que Haidar vuelva a la situación anterior y tenga un pasaporte marroquí, aunque añadió acto seguido que el Gobierno de Rabat debe tener en cuenta a la opinión pública de su país y que el pasaporte marroquí "no es un trapo, no es algo que se pueda tirar".
El responsable marroquí de Exteriores aseguró que Haidar "no fue inquietada ni maltratada" cuando no se le permitió entrar en El Aaiún, e insistió en que no la considera "defensora de los derechos del hombre".
Aunque Marruecos es uno de los países vecinos con los que la UE mantiene una relación más intensa, a la reunión de hoy no asistieron ni la responsable de la Política Exterior de la UE, Catherine Ashton, ni el ministro de Exteriores de Suecia, Carl Bildt, ni Moratinos.