Ha sido un accidentado inicio de campaña, ya que, una hora antes de comenzar, nueve personas han resultado heridas leves al caer una torre de toma de imágenes de televisión instalada en el pabellón Príncipe de Asturias.
Zapatero ha querido centrarse en su propuesta para un nuevo modelo productivo, con una economía medioambiental más sostenible, que no se sostenga sobre "un montón de cemento o un mar petróleo", sino sobre "una montaña" de nuevas tecnologías y "un caudal" de energías renovables.
Y ha aprovechado para elogiar también la actitud responsable de sindicatos y empresarios y para criticar a quienes intentan romper la paz social incitando al conflicto con las organizaciones sindicales.
"Nadie defiende la política de Bush, de los neoconconservadores que tan desastrosa" ha sido para la economía, la paz, el mundo y el entendimiento entre pueblos, ha reflexionado, para corregir después que "sólo el PP y sólo Aznar".
A ellos les ha reprochado que "se han desentendido de los problemas ante el cambio climático y la sostenibilidad medioambiental", y ha argumentado que no hablan de estos temas porque "en su cabeza sólo está el corto plazo, el de los beneficios y la especulación".
Una derecha la española que, según Zapatero, "no está en la media de la derecha europea, lamentablemente", y que hace gala de unas "actitudes tan falsas e hipócritas" como siempre que su Gobierno ha puesto en marcha leyes de extensión de derechos, como la reforma de la norma sobre el aborto.
El presidente del Gobierno ha hecho valer esta reforma legislativa y ha esgrimido que iguala a España con otros países de su entorno, al tiempo que ofrece mayor seguridad y protección a mujeres y profesionales.
Frente a la postura del PP, ha proclamado que él se hace responsable de los problemas, de los trabajadores, de los desempleados y de la crisis.
"Y lucho para vencerlos. Y desearía ver luchar de manera unida, sumando esfuerzos a todos los gobiernos y, desde luego a los autonómicos", ha apuntado para, a renglón seguido, hacer un llamamiento a todas las comunidades autónomas a fin de que unan esfuerzos al Gobierno central.
Convencido de que España ganará la batalla contra la crisis económica y a favor de la recuperación y la creación de empleo, ha sostenido que "cuando lleguen las buenas noticias, y no tardará mucho en llegar alguna", dirán que es causa de la situación internacional y no reconocerán que "es fruto de las medidas que el Gobierno está poniendo en marcha" y que "necesitan su tiempo".
Por eso, ha confesado que se siente "más fuerte que nunca" para llevar "las riendas" del país.
Ha sido tajante también al alertar de que "nadie intente minar la idea fuerza de que Europa representa progreso, paz y estabilidad", porque "con eso quieren minar las políticas de progreso que la Unión Europea representa".
Bajo su punto de vista, en Europa ven a España como un país progresista, abierto, tolerante, que ha avanzado en los derechos de la gente y en libertad individuales.
A juicio de Zapatero, en estas elecciones hay que elegir entre una Europa progresista, abierta, que conserve su modelo social y su estado de bienestar o una Europa que vaya por el camino de la desregulación, la pérdida de derechos de los trabajadores y poner en cuestión el estado de bienestar y las políticas sociales, que es lo que quiere la derecha, aunque lo diga "con la boca pequeña".
Sin embargo, para el PP, ha agregado, son otro tipo de elecciones, porque su líder, Mariano Rajoy, "siempre está aspirando a una segunda vuelta".
"Pero no toca. Toca Europa", ha testificado, antes de referirse brevemente al reciente debate sobre el estado de la nación para anotar que Rajoy "lo perdió"; "salió del debate y no ha vuelto a hablar de él; es que le faltó tiempo", ha ironizado recordando que el líder de la oposición se quejó en el pleno del Congreso de su falta de tiempo para exponer todas sus propuestas.
"Sólo fue a intentar ganarme, a intentar el cuerpo a cuerpo", ha apostillado.
También ha reiterado que mientras él siga siendo presidente no habrá ni recortes de derechos sociales ni abaratamiento del despido e incluso ha indicado que, antes de no subir el salario mínimo interprofesional, las becas o las pensiones mínimas, prefiere que los que más tengan contribuyan más al conjunto.