Las tropas españolas han adiestrado dos brigadas e impartido cursos de operaciones especiales y contraterrorismo en Irak

EUROPA PRESS 14/02/2016 12:07

Las tropas españolas desplegadas desde enero de 2015 en Irak para entrenar al Ejército de este país para frenar el avance del grupo terrorista Estado Islámico han adiestrado en su primer año allí dos brigadas de un millar de efectivos cada una y han impartido cursos de operaciones especiales, contraterrorismo, desactivación de explosivos y zapadores.

Según datos del Estado Mayor de la Defensa, a los que ha tenido acceso Europa Press, a este adiestramiento han asistido más de 7.200 participantes, todos ellos militares del Ejército iraquí, entre ellos los que formaron parte de la ofensiva que expulsó al Estado Islámico de la ciudad de Ramadi a finales del pasado diciembre, pero también muchos de los que están desplegados en el norte del país para combatir a este grupo terrorista.

Las tropas españolas llegaron a Irak a finales de enero de 2015, en el marco de la coalición internacional para frenar el avance del Estado Islámico y atendiendo a la petición lanzada por el propio Gobierno de Bagdad después de que perdiera el control de gran parte de su territorio en el norte, incluidas ciudades tan importantes como Mosul o Ramadi. Hasta la fecha, ya han sido instruidos por todos los países de la coalición más de 17.000 soldados iraquíes.

CAMPO DE ENTRENAMIENTO DE BESMAYAH

El grueso del contingente español, que está formado por aproximadamente 300 efectivos, se encuentra en el campo de entrenamiento de Besmayah, situado a unos 50 kilómetros al sur de Bagdad, en el que adiestran junto a militares estadounidenses, portugueses y británicos, entre otros.

Desde hace ya más de un año, los militares españoles han culminado el adiestramiento de las Brigadas iraquíes 92, de 1.000 efectivos, y 72, de 1.100, tarea que les ha llevado doce y nueve semanas, respectivamente. Además, han entrenado a tres batallones, cursos que han durado seis semanas cada uno para un total de 850 efectivos.

Por otro lado, el contingente español ha completado otros cursos de formación más específica centrados en el uso de morteros, inteligencia, desactivación de artefactos explosivos improvisados (IED) y una nueva escuela de zapadores. Así pues, en el campo de entrenamiento de Besmayah las tropas españolas han adiestrado a más de 3.200 militares iraquíes.

Los miembros de operaciones especiales que están en Irak también han impartido cursos, pero no en Besmayah, sino en Bagdad, concretamente al servicio de contraterrorismo del Ejército en materia de comunicaciones, armas pesadas, comando avanzado, tiradores o desminado, entre otros. En total, más de 3.100 miembros del Ejército iraquí.

Los militares desplegados en la capital están integrados en el CJSOTF-I (Command Joint Special Operations Task Force-Iraq), liderado por Estados Unidos y en coalición con varios países. Esta unidad, denominada Spanish Special Operations Task Group (SOTG), viene desarrollando una intensa actividad en la formación de las fuerzas iraquíes y en especial del Counter Terrorism Service (CTS), la fuerza especial encargada de combatir el terrorismo yihadista.

REENTRENAMIENTO DE LOS QUE VUELVEN DEL FRENTE

Una parte del SOTG español realiza su trabajo en las instalaciones que los aliados tienen en la base americana ubicada en la localidad de Taji (al norte de Bagdad). Allí, los españoles se dedican tanto a la preparación de las unidades de operaciones especiales como al reentrenamiento de aquellas que ya han estado en el frente. En 2015 pasaron por esas instalaciones casi 900 militares iraquíes.

Para impartir todo este adiestramiento, según los datos recogidos por Europa Press, los instructores españoles han utilizado material fundamentalmente norteamericano, sobre todo fusiles M-16A2, máscaras NBQ M-50, fusiles de precisión M-14 y escopetas M-500 del calibre 12, además de armamento colectivo como ametralladoras M-50, lanzagranadas MK-19 o morteros de 81 mm. También se ha recurrido a material de origen ruso, como fusiles de precisión DRAGUNOV y ORISS T-5000.

Como nueva aportación, en el último despliegue se ha incorporado al adiestramiento en Irak un equipo de la Fuerza de Guerra Naval Especial, que surge de la integración de las unidades de operaciones especiales de los Ejércitos de Tierra, del Aire y de la Armada en el Mando Conjunto de Operaciones Especiales, que se puso en marcha el año pasado.

POSIBLE LLEGADA DE LA GUARDIA CIVIL

También está en mente el envío de un equipo de la Guardia Civil para formar a la Policía iraquí, sobre todo de cara al mantenimiento de la seguridad en las ciudades de las que se ha expulsado al Estado Islámico, ya que cualquier vacío de poder allí podría hacerlas caer de nuevo.

Sin embargo, el Gobierno en funciones no prevé aprobar una iniciativa de estas características debido a su importancia, tanto por la naturaleza de la misión como por el número de efectivos que implicaría (alrededor de una treintena). Además, el nuevo Congreso debe autorizar el despliegue en base a la Ley de la Defensa Nacional, por lo que se entiende que sea el nuevo Gobierno el que lo apruebe.