En un comunicado, el presidente de la Fapamac, Albert Alegre, ha remarcado: "Queremos y necesitamos recuperar la tranquilidad para poder educar a nuestros hijos".
La Fapamac ha mostrado su apoyo a las familias afectadas, y ha ofrecido a la Justicia su colaboración para que desarrollen su trabajo y "se aplique con contundencia a aquellos que se demuestren culpables".
Ha pedido que todos los hechos se aclaren y se haga con la máxima transparencia "para devolver la tranquilidad a todas las familias de la comunidad Marista en particular y de la sociedad catalana en general".
Ha mostrado su confianza en la institución Marista, sus equipos directivos, los profesores y personal: "No tenemos duda de que los Maristas, y queremos hacer servir el término en el más amplio sentido de la palabra, educan y lo hacen bien".
La federación de AMPA ha afirmado que toda la sociedad se debe sentir agredida cuando un menor sufre una agresión, y Alegre ha asegurado que todos forman parte de la parte educativa y están comprometidos "a trabajar en la prevención y el refuerzo de las pautas o protocolos para erradicar cualquier tipo de abuso o agresión" a niños.