Tranquilo y seguro de sus posibilidades, Villaraigosa aparece ante los ojos de los 1,6 millones de electores registrados para votar como la única opción reconocible del grupo de diez candidatos que aspiran a la alcaldía, según las encuestas y la prensa local.
La popularidad del demócrata, primer hispano en dirigir el ayuntamiento de Los Ángeles desde 1872, y su capacidad para recaudar fondos para la campaña (alrededor de tres millones de dólares frente a los poco más de 200.000 del que parece su principal rival, Walter Moore), hacen presagiar una victoria segura.
No obstante, el actual alcalde necesitará al menos el 51 por ciento de los votos de los angelinos para proclamarse vencedor en primera ronda de estos comicios, cuyos resultados oficiales no se conocerán hasta final de mes, según la normativa local.
En caso de que ninguno de los candidatos alcance la mayoría absoluta se celebrará una segunda vuelta el 19 de mayo en la que participarán los dos aspirantes más votados.
Villaraigosa se tomó este proceso de reelección con la confianza del que se sabe ganador y rechazó cualquier posibilidad de sentarse a debatir con sus rivales, a pesar de que las encuestas pedían algún cara a cara.
El equipo de su campaña aseguró que el alcalde prefirió centrarse en promover sus éxitos al frente del consistorio municipal de esta ciudad de cuatro millones de habitantes, con especial hincapié en la lucha contra la delincuencia, que se redujo en un 24 por ciento en los casos más violentos desde que él accedió al cargo en 2005.
El hecho de que la prensa local asegurase que no hay batalla política en estas elecciones no hizo más que consolidar la cómoda posición de Villaraigosa, a quien sin embargo también le arrecian críticas.
La complicada situación de las arcas municipales, que sufren un déficit de cientos de millones de dólares, así como el retraso en el cumplimiento de promesas electorales referentes al transporte, el medio ambiente o la sanidad, son algunos de los puntos débiles de Villaraigosa.
Otros de los factores que pueden jugar en su contra son sus ambiciones políticas, ya que en caso de ser reelegido podría dejar el cargo a mitad de mandato para intentar suceder a Arnold Schwarzenegger como gobernador de California, o la conocida relación extramatrimonial que mantuvo con una periodista en 2007.
Para el abogado independiente Walter Moore, el alcalde evita los debates porque está "aterrorizado y se esconde", algo que no comparten otros candidatos, como el actor Phil Jennerjahn, para quien es un "animal político, aunque no tiene talento".
Jennerjahn y el líder comunitario David R. Hernández son los dos aspirantes apoyados por el partido republicano para estos comicios, en los que también participan un contratista, un religioso, un activista de izquierdas y tres personas más del ámbito del derecho.
El pastor Craig X. Rubin, que apoya el uso médico de la marihuana, atacó a Villaraigosa por su infidelidad con una reportera en 2007, que lo llevó a divorciarse de su mujer, Corina.
"No debería ser el líder de la ciudad", dijo Rubin.
Además de al alcalde de Los Ángeles, hoy también se elegirá al nuevo fiscal jefe de la ciudad, controlador, miembros de la asamblea local de ocho distritos, así como varios puestos del consejo educativo y fideicomisos.
Un 5,3 por ciento de los electores ya emitieron su voto de forma anticipada.