Fuentes judiciales han explicado a Europa Press que las declaraciones del único acusado de matar al matrimonio de octogenarios y a su nieta menor de edad, Alejandro C., junto a las declaraciones de su exnovia Mónica C. --hija de la pareja asesinada-- y del compañero de prisión no han conseguido demostrar la hipótesis de que Mónica C. fuese la destinataria de la carta.
El argumento sostenido por los reos durante los interrogatorios a los que estos días los ha sometido el juez es el de que Alejandro C. en realidad quería contactar con su hermana, pero su compañero de celda se confundió y lo que se llevó fue un escrito dirigido a su exnovia.
Por su parte, Mónica C. ha confirmado al juez que no le llegó la carta al ser interceptada por funcionarios de la prisión, según han explicado fuentes de su defensa a Europa Press, y que Alejandro C. pueda tratar de ponerse en contacto con ella.
Las primeras investigaciones apuntan a que Alejandro C. podría haber cometido el crimen presuntamente por despecho después de haberle dejado su exnovia, a la que después intentó incriminar fingiendo que ella había encargado matar a sus padres y su nieta a un sicario sudamericano.
Sin embargo, los análisis biológicos apuntan a que fue él quien cometió el triple crimen el pasado 17 de enero, pues se ha encontrado rastros de ADN de la joven en el cordón de las gafas de Alejandro C. y del abuelo en la montura.
El juez tiene previsto cerrar en breve la fase de instrucción del caso que será juzgado por un tribunal popular.