Esos porcentajes reflejan la tercera proyección sobre votos escrutados, facilitada por el canal de televisión SkyTG24, a la espera de los resultados oficiales, que como es tradicional en Italia se ofrecen al día siguiente de los comicios.
Según dichas proyecciones, La Liga Norte, de Umberto Bossi y aliada de Berlusconi, alcanzaría el 9,8 por ciento de los sufragios, lo que supone un aumento de votos en las regiones septentrionales italianas que la fortalece ante el PDL para próximas negociaciones sobre temas fiscales y de tipo federal.
El partido Italia de los Valores (IDV), del ex juez anticorrupción Antonio Di Pietro, el segundo de la oposición, logra el 8,3 por ciento, una fuerte subida respecto a los comicios generales de 2008, en los que obtuvo el 4,3 por ciento.
El ex magistrado afirmó que este aumento de votos le sitúa en mejores condiciones a la hora de pactar con el PD de Dario Francechini, que deberá elegir entre ese partido o el democristiano UDC, de Pierferdinando Cassini, ex aliado de Berlusconi, que alcanzó el 6,3 por ciento de los votos.
Ningún otro partido habría obtenido el cuatro por ciento de los votos, mínimo necesario para tener representación en la Cámara de Estrasburgo.
El PDL, con estos resultados, pierde un 1 por ciento respecto a los alcanzados en las elecciones generales de 2008, cuando logró el 37,3 por ciento de los votos y tampoco alcanza el 45 por ciento de los sufragios que pronosticó hoy el primer ministro para estos comicios, en los que Italia eligió a 72 eurodiputados.
Berlusconi, que acudió a votar poco antes de las 19.00 hora local (17.00 GMT) en la escuela Dante Alighieri de Milán, aseguró que Italia "será el país que más vote en estos comicios".
La participación fue muy alta, de un 67 por ciento, pero seis puntos menos que en las anteriores elecciones europeas de 2004.
Aunque no parecen ser los resultado esperados por Berlusconi, los italianos le han otorgado una victoria solvente, a pesar de los numerosos escándalos que le rodean y que han centrado toda la campaña electoral.
La joven Noemi Letizia, de 18 años, que desencadenó uno de los escándalos en torno a Berlusconi, causó hoy un pequeño revuelo al acudir a votar en Portici (Nápoles, sur) ataviada con gafas oscuras, vestido negro y acompañada por agentes municipales y por sus padres, Benedetto Letizia y Anna Palumbo.
Para que la joven votara con tranquilidad, el colegio electoral cerró sus puertas lo que levantó las protestas de los periodistas que aguardaban para tomar imágenes suyas.
El escándalo que afecta a esta joven surgió al acudir Berlusconi a su fiesta de mayoría de edad, lo que desató las iras de su esposa, Veronica Lario, que le acusó de frecuentar menores.
Además del caso Noemi, Berlusconi tuvo que hacer frente en las horas previas a los comicios a la publicación en el diario español "El País" de unas fotografías en las que se puede ver a algunos de sus invitados en su mansión de Cerdeña "Villa Certosa" muy ligeros de ropa y en situaciones embarazosas.
La prensa internacional ha criticado duramente a Berlusconi por esas imágenes, pero los resultados de las elecciones evidencian que los italianos no han dado mayor importancia a la vida privada del primer ministro.
Tampoco parece haber influido en el voto el hecho de que la Justicia vaya a investigar el uso de aviones oficiales por Berlusconi para trasladar a sus amistades a su villa de descanso.
Los analistas consideran que Italia se escora, en la misma línea de Europa, hacia la derecha por abrumadora mayoría.
Entre el PDL de Berlusconi y la pujante Liga Norte suman el 45,8 por ciento de los votos.
El principal partido opositor, el izquierdista Partido Democrático (PD), que aspiraba a obtener un 27 por ciento de los votos, logró el 26,5 por ciento, porcentaje que podría hacer peligrar la continuidad de su líder, Dario Franceschini, según los analistas.