El canciller dijo que Brasil puede ayudar en esa aproximación, pero aclaró que, para que los dos países puedan entenderse, necesitan darse mutuamente créditos de confianza y olvidar los problemas del pasado.
"Es necesario que haya un crédito de confianza (por parte de los dos países) para que las cicatrices del pasado no sigan siendo un obstáculo para las relaciones futuras. Creo que una mejor relación está próxima", dijo en un discurso que pronunció en Río de Janeiro ante embajadores brasileños en países suramericanos.
Aunque Brasil tiene buenas relaciones tanto con Venezuela como con Estados Unidos, Amorim negó que pueda actuar como mediador.
"Los países no necesitan mediación. Son adultos. Este no es el caso", afirmó, si bien matizó que Brasil sí puede "ayudar en el reinicio de negociaciones" y que el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ya ha conversado al respecto tanto con Chávez como con Obama.
"Creo que ya hay avances", agregó.
En marzo pasado, poco antes de la reunión que Lula tuvo con Obama en la Casa Blanca, el presidente venezolano admitió que le había dado "luz verde" al brasileño para conversar con el estadounidense sobre las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos.
Tras el encuentro en Washington, sin embargo, el mandatario brasileño se abstuvo de aclarar si había abordado el asunto con su homólogo estadounidense.
En cuanto a una posible aproximación entre Estados Unidos y Cuba, Amorim dijo que Brasil sí puede asumir un papel de mediador debido a que en este caso no hay posibilidades de interlocución directa entre los dos países, aunque especificó que sólo lo haría si las dos naciones se lo solicitan.
El canciller brasileño hizo esta declaración un día después deque Lula se reuniera por separado en Brasilia con el nuevo ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, y con una delegación de parlamentarios estadounidenses.
En el encuentro con Rodríguez, según portavoces del Gobierno brasileño, el presidente aseguró que aprovechará la Cumbre de Trinidad y Tobago para expresar su opinión de que "las relaciones entre los dos países tienen que normalizarse, bajo el respeto mutuo".
Amorim dijo estar convencido de que Obama va a introducir grandes modificaciones en la política de Estados Unidos hacia América Latina y agregó que el principal desafío serán las relaciones con Cuba.