Buteflika promete profundizar en la reconciliación nacional en su nuevo mandato

AGENCIA EFE 19/04/2009 12:04

Al acto solemne de toma de posesión en el Palacio de las Naciones de Argel acudieron todos los miembros del Gobierno y las máximas autoridades civiles y militares del país, además de los representantes del cuerpo diplomático acreditado en la capital.

Buteflika entró en la sala acompañado de tres de los cuatro antiguos presidentes argelinos aún con vida: el primer jefe de Estado de la Argelia independiente, Ahmed Ben Bella (1962-1965), Chadli Bendjedid (1979-1992) y Ali Kafi (1992-1994), que sustituyó al presidente asesinado en junio de 1992 Mohamed Boudiaf.

No asistió, sin embargo, el ex presidente Liamin Zerual (1994-1999), critico con la política de reconciliación emprendida desde finales de la década de los años 90, y tampoco lo hicieron los representantes de la gran mayoría de los partidos de oposición.

Sólo uno de los cinco candidatos que se enfrentaron a Buteflika en las elecciones del 9 abril, Djahid Younsi, líder del partido islamista reformista El Islah, asistió a la ceremonia.

Con la mano derecha sobre un ejemplar del Corán, Buteflika repitió el texto de la fórmula de juramento constitucional leído por el presidente de la Corte Suprema, Kadour Beradja.

"Juro por Dios todopoderoso respetar y glorificar la religión islámica, defender la Constitución, salvaguardar la continuidad del Estado, reunir las condiciones necesarias para el funcionamiento normal de las instituciones, actuar para reforzar el proceso democrático y respetar la libre elección del pueblo", dijo el presidente.

Igualmente juró "preservar la integridad del territorio nacional, la unidad del pueblo y de la nación, proteger las libertades y los derechos fundamentales del hombre y el ciudadano y trabajar sin descanso por el desarrollo y la prosperidad del pueblo".

En un discurso tras el juramento, Buteflika se comprometió a "continuar y profundizar" el proceso de reconciliación nacional, uno de los ejes fundamentales de sus diez años de mandato, aunque no citó la posibilidad de una amnistía general para los terroristas arrepentidos, tal como había hecho durante la campaña electoral.

"Es un proceso que el pueblo argelino ha apoyado masivamente, que ha permitido el retorno a la paz civil y que deberá en el futuro contribuir a reafirmar la cohesión social y a garantizar la permanencia del Estado", subrayó.

Tras afirmar que el país ha podido retomar "resueltamente" durante sus dos últimos mandatos el camino del desarrollo, el presidente reconoció que persisten "dificultades que continúan viviendo franjas importantes de la población".

Resaltó que su proyecto para los próximos cinco años es "un programa de continuidad" con la "gran prioridad" de mejorar las condiciones de vida de los argelinos.

En este sentido, prometió impulsar la solidaridad nacional en beneficio de las clases más desfavorecidas, así como inversiones en vivienda, infraestructuras sanitarias y de acceso al agua o a la energía y se comprometió a crear 3 millones de puestos de trabajo.

Asimismo, anunció que proseguirá "las reformas de la estructura del Estado" y que luchará contra "las prácticas de favoritismo y de corrupción", además de relanzar la inversión en el sector público y "eliminar los obstáculos residuales que puedan frenar la iniciativa privada".

El presidente aseguró además que la libertad de prensa será "plenamente respetada" en su nuevo mandato y que el Estado facilitará el ejercicio y el desarrollo de la profesión periodística.

En política internacional, recalcó que su país apoyará "todas las causas justas, especialmente las de los pueblos en lucha por su liberación como el pueblo saharaui y el palestino".

Buteflika, de 72 años, fue elegido en las elecciones presidenciales del pasado 9 de abril con un 90,23 por ciento de los votos y una participación del 74,56 por ciento, según los datos oficiales proclamados por el Consejo Constitucional.

Cuando concluya sus nuevos cinco años de mandato se convertirá en el presidente que ha ocupado durante el periodo más largo la máxima jefatura del país, incluso más que el histórico Huari Bumedian, que dirigió los destinos de Argelia entre 1965 y 1978.