Según explica, esta corriente de opinión nace "para recuperar la fuerza original de Unión Progreso y Democracia y elevar a un primer lugar el objetivo supremo de transformar, modernizar y democratizar realmente España, entre ciudadanos libres, iguales y solidarios".
Con este propósito, insta a la dirección de UPyD a "devolver la soberanía del partido a sus propietarios, que no son otros que todas las personas vinculadas al mismo".
Según afirma Calvet, la renovación del partido es "vital" porque UPyD es "indispensable". Apunta que su manifiesto fundacional es "insustituible" y, por eso, UPyD "tiene que renacer en este momento desde su refundación para volver a contar en la política española hacia la vía de la ciudadanía".
Por su parte, Antonia Barrera, también promotora de este movimiento, considera "importantísimo que cada afiliado tenga su propio criterio y lo defienda. Y para defender hay que escuchar".
Afirma que los integrantes de 'La Ciudadanía Primero' se comprometen a actuar bajo un código de actuación por el que "siempre se defenderán los derechos de las personas por encima de los territorios".
Un decálogo que, entre otros puntos, señala como asuntos clave el cambio de modelo autonómico, la necesidad de promover un pacto de Estado estable en Educación, la recuperación de la plena vigencia del Estado de Derecho, o la unidad de mercado en España.
'La Ciudadanía Primero' promoverá, además, los cambios de leyes e instituciones necesarios para "poner fin al problema sistémico de corrupción política y económica".
Finalmente, indica que, como parte integrante de UPyD, este movimiento insta a la dirección del partido a "ganar en ejemplaridad en la búsqueda de más y mejor democracia. No sólo para promover un cambio de la Ley electoral y de la Ley de partidos, sino para su democratización real".