En diversas entrevistas en radio y televisión, recogidas por Europa Press, Casado se ha estrenado en su nueva responsabilidad acusando al PSOE de "virar hacia un nuevo zapaterismo". "Pedro Sánchez ha decepcionado con su abrazo del oso con Podemos, incluso ha estado a punto de pactar con Bildu".
En la línea apuntada por el presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, Casado ha defendido que el PP es hoy el partido que representa "la centralidad" porque el PSOE ha abandonado la centralidad que, a su juicio, representan exdirigentes como el expresidente del Gobierno Felipe González y el expresidente madrileño Joaquín Leguina.
El dirigente 'popular' ha dicho no saber si Rajoy hará también cambios en el Cobierno y cuando, pero ha añadido que espera que acierte "como casi siempre hace".
Según ha dicho, el PP ha "captado el mensaje" de los electores y quiere dirigirse a todos los que aún no notan la recuperación económica y no tienen empleo. Para ello, no habrá "conejos en la chistera", pero sí el mensaje de que "no se va a dejar a nadie atrás".
"CALIENTA, QUE SALES"
Casado ha relatado que ya conocía su nueva responsabilidad cuando comenzó, a las 17.00 horas de este lunes, el Comité Eejcutivo Nacional del PP y ha bromeado con que lo que le dijo Rajoy fue algo así como "calienta, que sales", aunque él ya lleva un tiempo "corriendo por la banda" de la comunicación del partido.
A su juicio, los nuevos nombramientos "son buenos" --ha tenido cuidado de excluirse a sí mismo-- aunque "hasta que no acaba el partido y el árbitro pita no se sabe si la alineación ha sido buena". Es más, cree que mientras algunos defienden que la renovación consiste en la juventud, en momentos de crisis "el votante valora también a quien ha gestionado dinero público y tiene horas de vuelo".
Casado cree que la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal sale "reforzada" con los cambios dado que se había especulado con su salida, y ha asegurado que su papel es "esencial e imprescindible". Según ha dicho, en Génova ha gustado a todos que siga Cospedal y que entre también Jorge Moragas, que será "un buen cauce de comunicación entre Gobierno y partido".
Además, ha recordado que la dirección ahora se reunirá con Rajoy una vez a la semana y ha comparado su papel con "el de una orquesta" que tiene que sonar conjuntamente y no desafinar.