El Consejo de Seguridad fracasa de nuevo en el intento de acordar una reacción al misil norcoreano

AGENCIA EFE 07/04/2009 01:44

Los embajadores de las cinco potencias (Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido) se reunieron junto con su homólogo japonés durante más de dos horas en la sede de Naciones Unidas sin conseguir superar las diferencias.

"Todavía tenemos puntos de vista divergentes y hemos decidido informar a nuestras capitales del desarrollo de esta reunión, y volvernos a reunir mañana", afirmó el embajador nipón ante la ONU, Yukio Takasu, a la salida del encuentro.

El diplomático destacó que los seis países "estuvieron de acuerdo en la gravedad de la situación originada por el lanzamiento norcoreano y que ello requiere de una respuesta clara, fuerte y rápida del Consejo".

"Eso es algo muy positivo", valoró Takasu, que reiteró la posición de Tokio de que la respuesta adecuada a la acción norcoreana es una resolución "firme y clara".

Resaltó que el lanzamiento del cohete supone una "amenaza directa a la seguridad de Japón", por lo que su país está "indignado por este acto irresponsable de Corea del Norte".

Las diferencias entre los cinco miembros permanentes impidieron que el Consejo de Seguridad lograra un acuerdo en la reunión de emergencia celebrada el domingo pasado, horas después de que el régimen de Pyongyang llevara a cabo el lanzamiento.

El cohete de largo alcance sobrevoló el espacio aéreo japonés sin causar daños y se habría precipitado al mar, según fuentes militares japonesas y estadounidenses.

Por su parte, Pekín y Moscú han apelado a la proporcionalidad y la moderación a la hora adoptar una respuesta en la ONU a la actuación del régimen comunista coreano.

Ambos países se oponen con su poder de veto a cualquier medida contundente que, en su opinión, pueda poner en peligro las negociaciones a seis bandas (EE.UU., Rusia, China, Japón y las dos Coreas).

"Seguiremos hablando", dijo el embajador chino, Zhang Yesui, a la salida de la reunión de hoy, sobre la que no quiso dar detalles.

Por su parte, el representante británico, John Sawers, indicó que Londres está convencido de que el tipo de cohete y la tecnología empleada corresponden a la de un misil balístico y, por tanto, vulneran las restricciones impuestas en esta materia a Pyongyang por Naciones Unidas.

"Es indiscutible que se trata de una violación de la resolución 1.718 y el Consejo debe actuar en consecuencia", apuntó.

Esa resolución, que fue aprobada tras la prueba nuclear que Corea del Norte hizo en octubre de 2006, insta a ese país a suspender las actividades relacionadas con su programa de misiles balísticos.

El régimen comunista niega que ese lanzamiento fuera de un misil de largo alcance, que podría llegar hasta la costa oeste de Estados Unidos, y mantiene que ha sido un satélite de comunicaciones que está ya orbitando.