Ocho de cada diez curas de Guipúzcoa rechazan a su nuevo obispo

INFORMATIVOS TELECINCO 15/12/2009 17:51

En total, son 131 firmas que representan a la mayoría del clero guipuzcoano en activo y engloba tanto a sacerdotes diocesanos como a religiosos.

En el comunicado, de los 110 párrocos del territorio histórico, 85 transmiten su "dolor y profunda inquietud" con la "intencionalidad y el procedimiento seguidos" en el nuevo nombramiento y perciben esta designación como "una clara desautorización" de la vida eclesial de la diócesis guipuzcoana y como una iniciativa destinada a "variar su rumbo".

Los sacerdotes y religiosos con cargo pastoral de la diócesis de Guipúzcoa manifiestan su "disconformidad y desaprobación" por el nombramiento y "lamentan y deploran" que esta decisión "no haya respetado el sentir" de la Iglesia Diocesana y sus organismos pastorales.

Desafecto y poco diocesano

Además, afirman que Munilla cuenta con "una trayectoria pastoral profundamente marcada por la desafección y falta de comunión con las líneas diocesanas".

Los curas insisten en manifestar su "apoyo y adhesión" a la línea pastoral y estilo eclesial que "se ha ido forjando hasta ahora" en la diócesis y refuerzan su "voluntad y compromiso de seguir caminando en coherencia con las opciones pastorales" que han mantenido a lo largo de los últimos años.

Asimismo, tienen el convencimiento de que seguirán recibiendo "el aliento y el espíritu de tantos y tantos creyentes que en estos momentos de incertidumbre seguirán aportando su fidelidad lo mejor de su experiencia cristiana".

De Setién a Uriarte

Munilla, anterior obispo de Palencia sustituye de Juan María Uriarte, quien a su vez fue sucesor del carismático y polémico José María Setién.

La proximidad ideológica y su estrecha relación personal con el presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Antonio María Rouco Varela, y con el también cardenal Antonio Cañizares, ambos cercanos al Papa Benedicto XVI, siempre ha planeado sobre su figura.

El nombramiento de Munilla como obispo de San Sebastián no viene exento de polémica, al no contar con el apoyo del PNV, a pesar de su origen vasco, al considerarle contrario a las tesis nacionalistas.