Dirigentes históricos de UDC se han unido este martes al sector soberanista del partido democristiano para pedir el 'no' en la consulta interna de este domingo sobre el papel de la formación en el proceso soberanista, y han reivindicado que el independentismo está en las esencias del partido, incluido en su fundador, Manuel Carrasco i Formiguera.
La presidenta del Parlament, Núria de Gispert y el expresidente de la Cámara y coordinador del Pacte Nacional pel Dret a Decidir, Joan Rigol, han liderado un acto en el Ateneu de Barcelona que ha reunido a más de una veintena de estos dirigentes históricos y en el que se ha defendido el 'no' a la consulta interna.
Entre los que han mostrado su apoyo presencial o por escrito al sector soberanista están los exconsellers Agustí Bassols y Xavier Pomès, además de los hijos del fundador de UDC, Manuel Carrasco i Formiguera, Raimon y Rosa Maria Carrasco, y otros dirigentes como Josep Ramon Bassas, Francesc Borrell, Manel Cardeña y la ilustradora Pilarín Bayés.
Raimon Carrasco han asegurado que, si su padre estuviera vivo, votaría 'no' en la consulta de UDC, una tesis que ha compartido Rigol, que ha criticado que desde el partido democristiano se haya querido disimular en ocasiones que el fundador del partido tenía el independentismo entre sus convicciones.
Rigol y De Gispert, que han reconocido que no eran independentistas cuando entraron en UDC pero que la actitud de los diferentes Gobiernos de España les han empujado hacia estas posiciones, han remarcado la necesidad de que el partido que lidera Josep Antoni Duran se posicione sobre la independencia.
PONERSE AL LADO DE MAS
Ambos han argumentado que el papel que deben jugar los democristianos no es el de fijar 'líneas rojas' al proceso soberanista sino el de "sintonizar con la mayor parte del pueblo de Cataluña", y han remarcado que es necesario que UDC se ponga al lado del presidente de la Generalitat, Artur Mas, aclarando que votarles supone votar a favor de la independencia.
De Gispert ha apuntado que "votar 'no' es ponerse al lado del presidente de la Generalitat" en su apuesta por convertir el 27 de septiembre en unas elecciones plebisciarias que determinen, ha dicho, quién está a un lado y quién está en el otro, y ha criticado que la hoja de ruta de UDC fíe el proceso al diálogo con el Gobierno central cuando éste, a su juicio, ha demostrado que no quiere hablar.
Aunque no ha querido valorar todavía qué pasará el día después de la consulta, De Gispert ha apuntado que, como el 9N, la consulta de este domingo servirá para contar cuantos independentistas hay en el partido, y ha apuntado que después podrá plantearse si esos votos se los ofrecen a Mas "para el proceso histórico".
También Pilarín Bayés ha mandado un texto en el que ha pedido a los militantes de UDC alinearse con el presidente de la Generalitat y el proceso hacia la independencia de Cataluña: "Unámonos, por el amor de Dios".
NO HACER EL "RIDÍCULO"
Varios de los presentes han tomado la palabra para criticar la pregunta aprobada por el Comité de Gobiero de UDC al considerar que no es ni clara ni nítida, e incluso algunas voces que no han podido asistir pero han mandado un escrito -como Manel Cardeña y Ferran Pont-- han alertado del riesgo de que el partido haga el "ridículo".
El expresidente del Comité de Gobierno de UDC Francesc Borell ha reclamado que tras la consulta de este domingo se celebre otra en la que se pregunte claramente por la independencia, y ha criticado que muchas veces se presente la opinión del líder democristiano, Josep Antoni Duran, como la de todo el partido.