Aunque se inaugurará el lunes con motivo de la Diada del día siguiente, los operarios han colgado ya el nuevo escudo de piedra a mediodía de este jueves, y realizarán los últimos retoques hasta el sábado.
La presidenta del Parlamento, Nuria de Gispert, acompañada por el vicepresidente segundo, Higini Clotas, ha afirmado que es un acto histórico que permite recuperar "lo que ya se tenía en el año 32".
De Gispert ha explicado que se barajaron distintas opciones, entre las cuales retirar el de Felipe V y sustituirlo por el nuevo, pero se decidió encajar las cuatro barras sobre la antigua insignia, ya que es más sencillo y es "más simbólico porque es lo mismo que hizo Macià".
Los operarios han tardado cuatro horas en colocar y fijar el nuevo escudo: es habitual encontrarse problemas de encaje de este tipo, ha explicado el escultor catalán de la pieza, Jaume Cases, en declaraciones a Europa Press.
Hacia las 14.00 horas han podido dar por fijado el escudo, si bien aún falta engancharlo bien y rellenar algunos huecos que han quedado en la parte inferior, y cubrirlo con una capa de pintura, por lo que previsiblemente no estará del todo listo hasta este viernes.
DECLARACIONES "DESAFORTUNADAS"
La presidenta del Parlamento también ha admitido que sus declaraciones del miércoles sobre el sueldo de los diputados fueron "desafortunadas", y ha lamentado que sus palabras hayan podido herir sensibilidades.
Ha recordado que ella siempre ha sido partidaria de las "políticas de austeridad", ejemplo con el que dice haber predicado en el mismo Parlament desde el inicio de la legislatura.
El miércoles, De Gispert había mostrado sus reservas a que en el nuevo período de sesiones se vuelva a plantear una reducción, y había recordado que un diputado raso cobra 3.000 euros, lo mismo que en 2003: "Cuando se habla de bajar el sueldo de los políticos... Si bajamos más ya no sé a dónde iremos".