El jefe del Ejecutivo español acude a esta cumbre de jefes de Estado y de Gobierno, que ha comenzado oficialmente esta noche en Baden Baden (Alemania) y que se celebra en Estrasburgo (Francia) y Kehl (Alemania), acompañado por la ministra de Defensa, Carme Chacón, y el titular de Exteriores, Miguel Angel Moratinos.
Chacón ha explicado que el Gobierno perfila en estos momentos cual va a ser la aportación, que abarcaría tres frentes: el envío de militares, de guardias civiles y de recursos económicos.
Ha afirmado que se dará cumplida cuenta de la contribución final cuando se complete el estudio de las necesidades, pero ha recordado que, como ha hecho en otras elecciones en Afganistán, España acudirá "responsablemente" como el resto de la comunidad internacional ante la celebración de los nuevos comicios.
España ya envió en septiembre de 2004 un batallón integrado por unos 550 militares a Afganistán, con un plazo de 90 días, con motivo de las elecciones presidenciales
El despliegue de soldados y guardias civiles se limitaría al proceso electoral en Afganistán, al margen de los doce militares que España va a enviar para adiestrar un batallón local.
Chacón ha afirmado que el Gobierno español está "esperanzado" ante la cumbre de la OTAN, por el "esfuerzo" que hace la Administración Obama por el "cambio de rumbo" en Afganistán que España reclamaba en los últimos tiempos.
Para España, la nueva estrategia en ese país debe pasar por la implicación de los países vecinos, una relación más directa con la población y evitar las bajas civiles.
Horas antes de la llegada de Zapatero a Estrasburgo, Moratinos ha avanzado que España enviará un nuevo contingente de soldados a Afganistán.
A continuación, la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, precisaba que serían 12 los militares que integrarían ese contingente.
España, que responde así a la nueva estrategia para Afganistán que planteará Barack Obama ante la OTAN, tiene previsto suscribir la Declaración sobre Afganistán, que incorporará una mayor implicación de los actores locales y una mejor coordinación entre las diferentes organizaciones con responsabilidades en este espacio geoestratégico.
La nueva estrategia supondrá más recursos civiles y mayor énfasis regional, la transferencia de seguridad de Kabul a las autoridades afganas; y la integración de esfuerzos.
Al igual que el resto de los jefes de Estado y de Gobierno de los "veintiocho" socios de la OTAN, Rodríguez Zapatero ha sido recibido a su llegada al Kurhaus Casino de la ciudad alemana de Baden Baden por la canciller alemana, Angela Merkel, y el secretario general de la Alianza, Jaap de Hoop Scheffer.
Posteriormente, ha asistido a un concierto y tiene previsto sumarse a una cena de trabajo con todos los líderes que asisten a la Cumbre.
En paralelo a esta cena, Moratinos y Chacón asisten a sendas cenas, por separado, que celebrarán los ministros de Exteriores y Defensa.
Además de la Declaración sobre Afganistán, España tiene previsto dar su visto bueno a los otros dos documentos que se plantearán en la cumbre: la Declaración sobre la Seguridad Aliada y la Declaración Final de la cumbre.
Los Balcanes también ocuparán las discusiones de los Veintiocho y se espera que la declaración final subraye que esta zona es una importante región estratégica, donde la integración euroatlántica continúa siendo necesaria para la paz y estabilidad duraderas.
Para el Gobierno español, la polémica surgida sobre la retirada de las tropas de Kosovo ya está aclarada, pero Zapatero, Chacón y Moratinos tendrán la ocasión de explicar la decisión a sus aliados en la Alianza.
En Estrasburgo y Kehl también se hablará sobre la elección del nuevo secretario General de la OTAN, que cumple su mandato este verano.
En este sentido, la ministra de Defensa ha reiterado hoy que España apoyará la candidatura del primer ministro danés, Anders Fogh Rasmussen, hasta ahora respaldado por los socios más potentes de Alianza como Estados Unidos, Gran Bretaña o Francia, pero que cuenta con la oposición de Turquía.
El Gobierno de Zapatero también dará su visto bueno a la incorporación de Albania y Croacia, ya acordado en la última cumbre de la OTAN en Bucarest.