El Gobierno español en funciones ha asegurado este miércoles que el acuerdo que la UE negocia con Turquía para dar respuesta a la crisis de los refugiados en ningún caso constituirá un "atajo" para el ingreso de este país en el club comunitario.
El secretario de Estado para la UE, Fernando Eguidazu, ha avanzado en el Congreso de los Diputados que el acuerdo que debatirán los líderes europeos en la cumbre que arranca este jueves contemplará "previsiblemente" el compromiso de preparar la apertura de dos nuevos capítulos dentro de las negociaciones para la adhesión de Turquía a la UE.
Se trata, ha adelantado, de los capítulos 23 y 24, que se refieren a materias tales como "derechos humanos, seguridad, justicia y libertad". "Está claro, y así lo entiende todo el mundo, que el que se abran capítulos no significa que se van a facilitar las negociaciones", ha precisado.
Turquía "va a tener que cumplir los Criterios de Copenhague", ha aseverado Eguidazu. Estos criterios son los requisitos que ha de cumplir todo país que quiera adherirse a la UE y contemplan, entre otros principios, el respeto de los derechos humanos y la protección de las minorías.
NO SE RELAJARÁN CONDICIONES
Es decir, ha insistido Eguidazu, "la apertura de un capítulo no significa una relajación de las condiciones". "Este tema es muy importante aclararlo porque con frecuencia se tiende a pensar que la apertura de los capítulos es una especie de camino inexorable que conduce necesariamente a su cierre. Y no hay atajos", ha insistido.
Durante su comparecencia para fijar una posición común de España en la cumbre europea que cerrará el acuerdo con Turquía, el portavoz del PSOE en la Comisión Mixta para la UE, Ignacio Sánchez Amor, ha alertado de que fue un "enorme error" por parte de los europeos "mezclar la crisis de refugiados" con las negociaciones de adhesión de Turquía y su interés para que se supriman los visados a sus ciudadanos para entrar en el espacio europeo sin fronteras Schengen.
El diputado socialista se ha preguntado por qué no se introducen entonces también en esa negociación los últimos ataques a la libertad de prensa por parte del Gobierno de Recep Tayip Erdogan.
El secretario de Estado ha coincidido con Sánchez Amor en que "fue un error" mezclar la crisis refugiados con las supresiones de visados, pero ha apuntado que estamos ante una negociación en la que Turquía "pide unas cosas" y los europeos reclaman otras. "Y en las negociaciones normalmente tiene que haber una transacción. No se ganan por goleada", ha señalado.
Dicho esto, ha abundado en la idea de que el acuerdo que se negocia con Turquía "lo que contempla es una aceleración del trabajo, no una modificación de las condiciones". "Para que se supriman los visados Turquía tiene que cumplir unos requisitos determinados", ha insistido.
En cualquier caso, Eguidazu ha defendido que es "absolutamente necesario" llegar a un acuerdo con Turquía para hacer frente a la crisis de refugiados, puesto que Turquía es un país de tránsito de refugiados e inmigrantes por el que entraron en la UE el año pasado 886.000 personas.