Exhuman los restos de un obispo argentino presuntamente asesinado por la dictadura

AGENCIA EFE 22/04/2009 15:06

Los restos del denominado "mártir de los pobres" fueron retirados de la Catedral de La Rioja, capital de la provincia homónima, para ser sometidos hoy a una necropsia por parte de médicos forenses del Ministerio de Justicia, que buscan establecer el tipo de lesiones que presenta el cuerpo.

Angelelli, quien formó parte de un grupo de obispos que denunció enérgicamente las violaciones de los derechos humanos cometidas en la dictadura (1976-1983), murió en extrañas circunstancias en 1976, al volcar la camioneta que conducía por una carretera del interior de La Rioja, a 1.150 kilómetros al noroeste de Buenos Aires.

En el momento de su muerte el obispo, que tenía 53 años, llevaba consigo un informe con las pesquisas que había realizado sobre el asesinato de dos sacerdotes y un laico a manos de los militares.

La exhumación de los restos apunta a establecer si Angelelli recibió un golpe mortal en el cráneo, aplicado presuntamente por miembros de un grupo paramilitar que habían seguido la camioneta del religioso.

En 2005 la Justicia reabrió la investigación del caso, que, a juicio del entonces presidente argentino, Néstor Kirchner, fue "un asesinato".

Hace dos días Alfredo Marcó, un ex capitán del Ejército señalado como represor de la dictadura, se suicidó en La Rioja.

Según testimonios de las víctimas, Marcó tuvo una activa participación en los interrogatorios de los detenidos de forma ilegal durante el gobierno de facto, pese a lo cual nunca llegó a ser enjuiciado.

Además de Angelelli, durante la denominada "guerra sucia" 19 sacerdotes desaparecieron o fueron asesinados, otros 11 fueron secuestrados, torturados y liberados, y 22 más fueron detenidos a causa de persecución política, de acuerdo con distintos organismos humanitarios.

Entre las víctimas de la dictadura -18.000 según cifras oficiales y 30.000 para los organismos humanitarios- también hubo 11 seminaristas y cuatro religiosos, entre estos últimos las monjas francesas Leonie Duquet y Alice Domon.