La vicepresidenta del Gobierno catalán, Joana Ortega, ha evitado este miércoles posicionarse sobre si es necesario celebrar un referéndum que avale la reforma de la Constitución que ha impulsado el Gobierno y que cuenta con el apoyo del PP.
"Yo no sé si hay tiempo de celebrar un referéndum --antes de que finalice la legislatura--. Lo primero que hay que ver es qué se propone y si tiene sentido", ha sentenciado en declaraciones a los medios tras visitar la fiesta mayor del barrio barcelonés de Sants.
Ortega ha reiterado que el Gobierno catalán comparte el "espíritu" de la reforma, pero ha destacado que tanto para aceptarla como para reclamar o no una consulta ciudadana, antes hay que saber la letra pequeña de lo que proponen socialistas y populares.
Desde el Gobierno autonómico, el posicionamiento principal es que cualquier reforma debe permitir que sean las comunidades las que pueden fijar su techo de déficit y no sea algo que se atribuye en exclusiva al Estado.
"Reclamo que sea el Parlamento catalán que fije este techo de déficit", ha sentenciado la vicepresidenta, que ha avisado que el Gobierno catalán ve con cierto recelo la iniciativa porque, a su juicio, siempre que PSOE y PP se ponen de acuerdo Cataluña sale perjudicada.
SÍ A LOS CONSELLS COMARCALS
Ortega ha defendido la vigencia de los consejos comarcales frente al líder parlamentario del PSC, Joaquim Nadal, que ha apostado por suprimirlos.
Le ha recordado que Cataluña tiene un sistema de organización como son las veguerías --ahora está suspendida su aplicación por el Gobierno catalán--, un modelo que cuenta con la continuidad de los consejos comarcales.
Ha admitido que los consejos del ámbito metropolitano de Barcelona no tienen sentido porque ya hay muchos niveles de administración, pero ha defendido que otros consejos comarcales hacen un trabajo "muy y muy necesario" a la hora de mancomunar servicios entre municipios.