González cree que al PSOE le queda "mucho por mejorar" para ser "un instrumento bien afinado"

EUROPA PRESS 02/04/2014 17:57

El expresidente del Gobierno Felipe González ha apuntado este miércoles que al PSOE le queda "mucho por mejorar" para ser "un instrumento bien afinado" que contribuya al bien de la sociedad.

Así ha respondido González cuando se le ha preguntado si le preocupa el liderazgo de su partido, durante un almuerzo-coloquio organizado por el Foro Joly Andalucía, al que han acudido, entre otros, la presidenta de la Junta, Susana Díaz; el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido; los expresidentes de la Junta José Rodríguez de la Borbolla, Manuel Chaves y José Antonio Griñán, y varios consejeros del Gobierno andaluz.

El expresidente ha explicado que lo primero que le preocupa es su país y después su partido, al que le queda "mucho por mejorar". Dicho esto, ha apuntado que la personalidad con "más capacidad, inteligencia y comprensión de los problemas" es el secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba.

No obstante, también ha señalado que las encuestas muestran que Rubalcaba no es quien tiene más posiblidades de ganar en una confrontación electoral. "¿Que hay cuadros en el partido para poder hacerlo?", se ha preguntado acto seguido, para añadir que sí, aunque él no va a señalar a ninguno ni siquiera en las primarias, por "no joderlo": "Porque el que yo señale, no sale", ha afirmado.

DISPUESTO A "ECHAR UNA MANO" AL GOBIERNO DE RAJOY

Durante su conferencia inicial, González ha asegurado que el Ejecutivo de Mariano Rajoy sabe que él está disponible para "echar una mano" y ha pedido que se superen "arrogancias" y se apueste por el diálogo y los pactos.

El expresidente del Gobierno ha reclamado superar las "arrogancias", se tengan o no se tengan mayorías, e intentar dialogar y "pactar y pactar" y ha recordado que la clave de la etapa de Adolfo Suárez como presidente del Gobierno fue el diálogo.

Para Felipe González, hay que hacer un esfuerzo por superar "tensiones partidistas no racionales". Ha hecho una apelación, con motivo de la campaña por las elecciones europeas, para que cada uno se acerque a posiciones razonables y a elementos que definan el propio marco de convivencia, porque "con las cosas de comer no se juega".

Respecto a si ve viable un pacto entre PSOE e IU a nivel nacional, como ha ocurrido en Andalucía, ha señalado que no lo cree viable, a menos que Izquierda Unida cambie de discurso y abandone "algunas de la utopías regresivas". Preguntado sobre si en Andalucía, IU ha abandonado esas "utopías", ha expresado que "bastante".

Gonzaléz ha considerado que hoy los partidos políticos tienen que cambiar en sus maneras y en su discurso y responder a las nuevas necesidades sociales. Ha señalado que tienen que abrirse mucho más a la sociedad, realmente, para "empaparse de sociedad", lo que significa, entre otras medidas, desbloquear listas. Si eso no se hace, ha opinado que la gente se va a hartar de las organizaciones clásicas, partidos y sindicatos.

Ha hecho referencia al problema de la corrupción en España, apuntando que no es mayor que en otros países democráticos y ha considerado que solo se puede solucionar "con transparencia" y con un buen sistema de controles. Ha considerado dramático que al que nunca se ha quedado con dinero público lo metan en el mismo saco que a los que sí se han quedado con dinero público.

Ha insistido en esa "confusión destructiva" que supone que un servidor público, que no se enriquece con su función, sea metido en el mismo saco que el que mete la mano en la caja.

SOSTENIBILIDAD DEL SISTEMA NACIONAL DE SALUD

De otro lado, Felipe González, que ha señalado que durante su mandato fue una prioridad el factor de sostenibilidad del sistema nacional de salud, ha expresado que hoy le desconcierta que, a pesar de la crisis, tengamos algo más de 30.000 dólares por habitante y no se pueda sostener ese sistema, como algunos mantienen.

El expresidente ha defendido la medida de la Junta de Andalucía sobre la subasta de medicamentos, recurrida por el Gobierno central, apuntando que las reacciones que hubo en contra de la misma, poniendo incluso en cuestión la calidad de los medicamentos que se adquirieran, eran poco justificables. En su opinión, lo ideal hubiera sido coordinador la política de compra a nivel de todo el Estado, más allá de la descentralización de competencias, para introducir un factor de sostenibilidad que puede ir acompañado de otros. Ha criticado que, en cambio, se haya empezado por esos "otros", como los copagos.

Ha insistido en que la de la subasta de medicamentos era una buena iniciativa de la Lunta, que más que atacar, habría que coordinar en toda España, con una gran central de compra coordinada, que abaratara los costes.

Felipe González ha expresado que siempre ha defendido un sistema sanitario público, aunque no niega que haya posibilidades de concierto, al tiempo que ha apuntado que no ha encontrado razón alguna que justifique que varíe ese sistema público para pasar a una privatización del mismo. Ha apuntado que el grado de satisfacción del sistema sanitario público es altísimo.

El expresidente también ha advertido durante su conferencia de que descentralizar competencias no significa "centrifugar poder" y ha indicado que el Gobierno central, que es responsable de ese espacio público compartido, tiene que garantizar la cohesión dentro de todos los territorios, sobre la base de la coordinación y de la legislación básica. En cuanto al sistema de salud, ha apuntado que no importa tanto que se descentralicen las competencias, pero sí que la prestación sea de buena calidad y homologable en uno y otro territorio.

Durante el coloquio, González, preguntado sobre el voto a partidos populistas en las próximas elecciones europeas, ha indicado que va a tener "reflejo, seguro".

Ha mostrado su preocupación por que Europa esté perdiendo relevancia y que eso lo aprovechen los antieuropeístas. "Quiero que despierte la conciencia de Europa como unión frente a los nacionalismos", ha apuntado el expresidente, quien se ha preguntado cuánto tiempo es compatible ser un "gigante comercial y un enano político".

Asimismo, ha abogado por descargar a Bruselas de una parte de las competencias burocráticas que se han ido acumulando durante años y que están limitando la capacidad de empresas europeas de competir en el mundo. Ha planteado la necesidad de ir a una Comisión Europea de siete u ocho miembros con competencias serias y que en un segundo nivel esté todo el mundo.