El Imán del Sermón de los viernes dice que el pueblo iraní no ha abandonado el lema "muerte a EEUU"

AGENCIA EFE 03/04/2009 14:24

Ante miles de creyentes, concentrados en la gran explanada de la Universidad de Teherán, el clérigo iraní criticó asimismo que el presidente norteamericano, Barack Obama, no haya cambiado aún la política hacia Irán como ha prometido.

"No solamente no hemos visto el cambio, sino que las autoridades norteamericanas nos han acusado de apoyar el terrorismo en su mensaje de acercamiento", afirmó el imán, miembro de la poderosa Asamblea de Expertos.

"Sólo han rebajado el uso del lenguaje duro que empleaba (el anterior presidente, George W.) Bush contra Irán", criticó.

Jatamí insistió en que el pueblo iraní "es el mismo que hace 30 años y grita muerte a EEUU más fuerte que antes ya que EEUU continúa con las mismas políticas".

"EEUU no ha renunciado a conspirar contra el pueblo de Irán y ha cometido todo tipo de actos como el bloqueo de los activos de Irán, la imposición de una guerra de ocho años e incluso ha intentado derrocar de forma blanda a la República Islámica", dijo.

Sin embargo, dejó abierta una puerta a la posibilidad de emprender un nuevo camino.

"Si vemos un verdadero cambio en la actitud de las autoridades norteamericanas reaccionaremos en base a las enseñanzas religiosas para una reconciliación verdadera", apostilló.

Teherán y Washington rompieron sus lazos diplomáticos en abril de 1980, una vez consolidada la victoria de la revolución islámica que lideró el ayatolá Rujolá Jomeini y que derrocó la monarquía del último Sha de Persia, el pro occidental Mohamad Reza Pahlevi.

Sin embargo, las raíces del conflicto se remontan a 1953, fecha en la que un golpe de Estado instigado desde Londres y ejecutado por la CIA acabó con el gobierno democrático del primer ministro nacionalista Mohamad Mossadegh y devolvió el poder absoluto al Sha.

Nada más llegar al Despacho Oval, Obama expresó su deseo de abrir un nuevo capítulo en las relaciones con Irán, país al que Estados Unidos acusa de ocultar un programa nuclear paralelo para la adquisición de un arsenal atómico.

La repuesta de Irán ha sido cauta: ha pedido a Washington un cambio fundamental en su política y la admisión de los errores del pasado, pero aún así ha dejado una puerta abierta a la posibilidad de acercamiento.