En su escrito de calificación, Ficalía sostiene que desde el año 2010 hasta el mes de abril 2012 se apoderó de 557 unidades de los productos farmacéuticos Viagra y Cialis, que entraron como pedido en la farmacia, había recepcionado y de los que introdujo los datos en el sistema informático.
Según la Fiscalía, en 2012 el acusado se apoderó de varias tarjetas de bonificación en concepto de cumplimiento de objetivos por ventas, por un importe total de 1.900 euros, que el laboratorio Apotex había entregado al acusado, en cuanto encargado de compras, y que no entregó a su legítimo destinatario.
Ese mismo año, el extrabajador recibió en concepto de bonificaciones del laboratorio Pensa Fharma 7.431 euros, que correspondían al titular de la farmacia por el volumen de compra de productos en 2011, y que el acusado recibió del laboratorio y no entregó al propietario.
Con estos argumentos, Fiscalía considera que procede imponer al acusado, por el delito continuado de apropiación indebida la pena de tres años de prisión, accesoria legal de inhabilitación especial del derecho de sufragio pasivo por igual tiempo y multa de 12 meses con una cuota diaria de 14 euros y por el delito de estafa la pena de dos años de prisión.
La Fiscalía también reclama que el acusado indemnice con 57.859 euros a los propietarios de las farmacias.