López Aguilar se ha referido a la cuestión de Kosovo en el transcurso de un coloquio posterior después de pronunciar una conferencia, bajo el título "La Europa que queremos", organizada por el Real Instituto Elcano en el salón de actos del Instituto de Crédito Oficial (ICO) en Madrid.
El dirigente socialista ha comparado el caso de Kosovo, que proclamó su secesión de forma unilateral en febrero de 2008, con el de Israel, cuyo Estado no fue reconocido por España hasta cuarenta años después de su creación.
"El ejemplo de Oriente Próximo es muy útil, porque nos recuerda que España solo reconoció el Estado de Israel en 1986, cuando estaba en el mapa desde 1948. Tardamos cuarenta años en ponernos en paz con la historia, cuarenta años en aceptar que no había marcha atrás, pero lo hemos hecho y llevamos veinte años de relaciones amistosas con Israel", ha argumentado.
Según López Aguilar, "no está escrito el futuro", aunque ha dicho "entender bien" que la "primera decisión" del Gobierno fuera la de no aceptar la separación de Serbia "sin más".
Aceptar la independencia de un estado -ha proseguido- requiere una serie de "indicadores objetivables, de consolidación y de irreversibilidad", así como de "patrones de reconocimiento internacional" que España "está observando de forma cuidadosa".
"En la medida en que eso se va afirmando históricamente, la comunidad internacional va haciendo hueco, conviviendo y practicando la interlocución que hace irreversible ese nuevo actor en la comunidad internacional", ha añadido en su misma respuesta a la pregunta de si España va a variar su posición en este asunto.
Ha insistido en que no se trata de "una cuestión sin más de que cualquier comunidad etnolingüística singularizada" en la que conviven otros colectivos "afirme su vocación estatal para abrirle paso sin más".
Por ello, ha puntualizado, el Gobierno "hace bien en observar, a la vista de todos los factores que desaconsejan que el mapa europeo se complique sin más a consecuencias de impulsos unilaterales".
Ha considerado que la decisión inicial "no ha sido fácil ni desprovista de lecturas derivadas respecto de sus posibles efectos colaterales para el Gobierno en sus cálculos estratégicos y consiguientemente, en sus funciones políticas".
Dentro de la UE, sólo España, Eslovaquia, Rumanía, Grecia y Chipre no han reconocido a Kosovo como Estado, lo que han hecho ya cerca de 60 países en todo el mundo.
López Aguilar ha opinado que la falta de una política exterior común en la UE es la causa de que haya habido "cacofonías" a la hora de tener una postura única sobre Kosovo.
El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró el pasado 9 de marzo, en presencia del presidente de Serbia, Boris Tadic, que España seguirá manteniendo "en el futuro" su rechazo a la independencia de la provincia de mayoría albanesa por "convicción política" y de acuerdo con el derecho internacional.