"La semana pasada tuvimos dos noticias contradictorias", ha evocado el ministro al comienzo de su intervención en un desayuno informativo organizado por el Forum Europa recordando la cumbre del G20 en la que se reconocía el esfuerzo de España y su "proyecto reformista".
Según ha señalado, hace tan solo un año se trataba a España en el mismo foro como "el enfermo de Europa" y "todo el mundo daba por descontado" su rescate, mientras que en esta ocasión "no se habló de rescate" y se reconocían sus esfuerzos por "cambiar radicalmente un modelo económico heredado".
Frente a esto, Margallo ha situado las "malas noticias" recibidas de Buenos Aires con la eliminación de la candidatura de Madrid 2020, que ha esperado que España compense "con medallas" en Tokio. Sin embargo, el ministro ha dejado claro que ve la eliminación como un "fracaso relativo" porque estaba "compitiendo en la cumbre".
A su juicio, esta eliminación demuestra la necesidad de la Marca España, que no es "responsable" de todos los éxitos ni todos los fracasos. "La Marca España es todo menos humo", ha sostenido el ministro defendiendo su necesidad a la vez que ha reconocido sin embargo que la evolución de una marca no se produce "de la noche a la mañana".
Margallo cree que el esfuerzo de la sociedad española en la candidatura de Madrid fue "excelente" y ahora se deben hacer los análisis sobre su eliminación. Aunque ha reconocido no estar implicado en esta labor, ha asumido como "lógico" que los países europeos que aspiran a albergar los Juegos Olímpicos de 2024 no hayan apoyado a Madrid porque "limitaba" sus posibilidades.
Y tampoco cree que el conflicto sobre Gibraltar haya afectado a la elección, ya que considera que "ningún país" y mucho menos un país "socio" como Reino Unido "caería en la mezquindad y la cicatería de pasar factura" por el contencioso de Gibraltar. "España no lo hubiese hecho", ha asegurado, subrayando que "los países amigos no actúan de una forma tan torticera".
SALIDA DE LA CRISIS, POSIBLE EN CUALQUIER MOMENTO
El ministro ha dedicado parte de su intervención a defender el "ambicioso" programa de reformas del Gobierno de Mariano Rajoy, que no pretende "maquillar" el sistema sino "cambiarlo radicalmente", y aunque ha reconocido que España aún tiene una situación económica difícil y amenazada por incertidumbres internacionales, "empieza a dar signos de que la recesión ha quedado atrás y la superación de la crisis parece posible en cualquier momento".
Margallo ha destacado así factores como la balanza de pagos y ha indicado que el crecimiento económico español dependerá del comportamiento del sector exterior y de la confianza que se infunda en las instancias europeas y los mercados, precisamente para lo que se debe "retomar la imagen de España".