El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García Margallo, ha limitado su propuesta de revisión de modelo territorial a la delimitación de las competencias de cada administración, lo que sin embargo ha defendido que "no implica" la reforma de la Constitución.
Margallo ha detallado así en los pasillos del Senado su propuesta para "buscar una fórmula" que permita a Cataluña "encajar" en España a través de una reforma de la organización territorial del país respetando siempre la unidad de España y una revisión del modelo de financiación.
Dejando claro que se trata de una "reflexión personal" que tiene más de diez años de antigüedad y que no está vinculada con el actual debate soberanista de Cataluña, el ministro ha insistido en la necesidad de "abrir una reflexión" sobre cómo funciona el modelo territorial español y se ha remitido al informe realizado por el Consejo de Estado en el año 2006.
En aquel dictamen, realizado a petición del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero sobre una reforma constitucional, el Consejo de Estado establecía la necesidad de cerrar el modelo y fijar el techo de competencias que se pueden transferir a las autonomías, definiendo un "núcleo duro intangible" de facultades de titularidad estatal.
Margallo ha apostado así por delimitar las competencias de cada administración siguiendo el mismo modelo que se utilizó para redactar el Tratado de la Unión Europea y estableciendo las competencias exclusivas del Estado, las de las comunidades autónomas y aquellas compartidas.
"Esa reflexión no implica la modificación de la Constitución, es una reflexión en la que todos tenemos que estar de acuerdo", ha añadido insistiendo en los artículos 1.2 y 2 de la Constitución, que establecen que la soberanía es del todo el pueblo español en su conjunto y la unidad indisoluble de la Nación española.
En alusión a Cataluña, Margallo cree que deben resolverse "aquellos problemas que más han perjudicado la percepción de la convivencia en Cataluña", que a su juicio son la lengua y la cultura, las infraestructuras y la financiación, y después "abrir un periodo de reflexión sin modificar la Constitución para establecer un modelo que tenga en cuenta las circunstancias cambiantes desde que se aprobó el Título VIII de la Constitución".
PÉRDIDA DE ENTRE EL 20% Y EL 25% DEL PIB
Pero además, ha advertido de que la propuesta de independencia de Cataluña es "un camino cegado" porque supondría una declaración unilateral y cualquier territorio que se separa del Estado del que forma parte queda "automáticamente" excluido de la Unión Europea.
Para volver a formar parte de la UE tendría que cosechar la unanimidad de todos los países miembros, lo que en el caso de una declaración unilateral de independencia "es prácticamente imposible". En estas circunstancias, Margallo ha avisado de que los expertos internacionales cuantifican el perjuicio económico para Cataluña en el 20 o 25 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB).