Morales y los opositores avanzan hacia una solución de la crisis sobre la nueva ley electoral

AGENCIA EFE 13/04/2009 00:00

El gobernante izquierdista cumplió hoy su cuarto día de huelga de hambre en el Palacio de Gobierno para exigir que los opositores den curso a esa normativa que garantizará las elecciones del 6 de diciembre próximo.

El ayuno de Morales ha sido secundado hasta hoy por 2.000 personas en todo el país, según cifras del Gobierno.

El mandatario ofreció hoy financiar la elaboración de un nuevo padrón de votantes (casi 4 millones de personas) para allanar una solución al conflicto provocado por la desconfianza opositora sobre ese registro, al que atribuyen irregularidades.

La oposición había denunciado que el Gobierno no quería hacer un nuevo censo electoral porque con el actual podría montar un fraude para favorecer la reelección de Morales.

Sin embargo, el presidente ha aceptado esta exigencia, siempre y cuando la Corte Nacional Electoral (CNE) garantice que ello no perjudicará la realización de los comicios en la fecha prevista del 6 de diciembre.

Morales ofreció que el nuevo padrón, "biométrico, altamente informatizado", se financie con recursos que estaban destinados inicialmente a la compra de un avión presidencial y adelantó que es posible que Canadá apoye también con una aportación de 15 millones de dólares.

Antes de esta oferta, el oficialismo había rechazado de plano la construcción del nuevo registro con el argumento de que la Organización de Estados Americanos (OEA) y expertos electorales habían certificado la validez del actual.

Sin embargo, hoy Morales consideró que es necesario hacer un esfuerzo para que el país avance hacia el uso de esa tecnología para que se garanticen unos comicios transparentes.

La Corte Electoral ha señalado que estudiará la posibilidad de cumplir con la elaboración del censo de última generación, mientras sus vocales están a la espera de ser convocados al Congreso para hablar de los desafíos que supone esta tarea.

La iniciativa de Morales fue destacada hoy por los dirigentes de la oposición, que desde sus regiones comenzaron a volver a La Paz para reunirse con el oficialismo en el Congreso nacional, después de cuatro días de desencuentro y conflicto.

Pese a la voluntad de acercamiento, el vicepresidente del país y presidente del Congreso, Álvaro García Linera, hoy no pudo reanudar las sesiones de ese foro, suspendidas desde el pasado jueves, debido a que muchos congresistas opositores no lograron llegar a la capital.

Pasado el medio día, García Linera se vio obligado a aplazar por octava vez la reanudación de las sesiones, esta vez hasta horas de esta noche, si bien se restituyó una mesa de negociación paralela entre oficialistas y opositores para trabajar en los acuerdos.

"Con la propuesta del presidente Evo han quedado dadas todas las condiciones para que los congresistas que han desertado del Congreso puedan reincorporarse en su lugar del trabajo", dijo el vicepresidente.

De su parte, el líder de la fuerza opositora Poder Democrático y Social (Podemos, derecha), el ex presidente Jorge Quiroga, remarcó que ahora hay la posibilidad de "resucitar el consenso y el diálogo" con el objetivo de tener "elecciones limpias" en diciembre.

El presidente del Senado, el opositor Óscar Ortiz, también destacó como "muy acertada" la decisión de Morales y se mostró alentado por reanudar el diálogo con el oficialismo porque un nuevo padrón "va a fortalecer la democracia boliviana".

El senador de Podemos Luis Vásquez, uno de los miembros de la mesa de negociaciones para la concertación, dijo que el mandatario "ha dado un mensaje que permite volver a sentarse y a trabajar para tener una ley de consenso".