"Debemos a la UE nuestro desarrollo de los últimos 30 años. Desde el punto de vista económico, de las libertades, de nuestra posición en el mundo. Nos ha dado estatus y credibilidad", ha manifestado Morenés en la conferencia inaugural del curso 'La política de Seguridad y Defensa. Un impulso necesario', en la Escuela de Verano de la Universidad Complutense de Madrid.
Para el ministro, "esto debería hacer reflexionar a los pesimistas y antieuropeístas", tras lo cual ha defendido el proyecto europeo por ser "necesario y extraordinario", aunque también "el más complicado de unión de países que se haya planteado el ser humano en su historia".
VISIÓN COMÚN SIN CONCRECIÓN POLÍTICA
A pesar de ello, el titular de Defensa considera que la UE todavía tiene que dar pasos importantes hacia una política de defensa y seguridad común, ya que, aunque ha dicho que entre los países europeos existen visiones comunes sobre este punto, falta una "concreción política".
En este sentido, ha advertido de que "sin seguridad y defensa la UE no será una entidad política fuerte", y ha señalado que de eso mismo se dieron cuenta los líderes políticos europeos tras los atentados del pasado viernes en Francia, Túnez, Kuwait y Somalia.
Según Morenés, en el "ambiente" que se respiraba el viernes en el Consejo Europeo "la defensa no era lo importante", pero los atentados hicieron "reaccionar" a los jefes de Estado y de Gobierno, que pidieron a la alta representante de Política Exterior y de Seguridad Común, Federica Mogherini, que en la reunión de junio de 2016 les presente una estrategia de seguridad y defensa común.
"Ha tenido que ser una circunstancia trágica lo que despierte o haga reaccionar diciendo que hacen falta capacidades, política y abrir los ojos a un mundo que se mueve rápidamente, también las amenazas que afectan a nuestro bienestar y a nuestros valores", ha subrayado.
MEDICINA PREVENTIVA
Según el ministro, el error de Europa consiste en reaccionar de forma "coyuntural" a amenazas que son "estructurales", como el avance del Estado Islámico, de ahí que sea necesaria una estrategia de seguridad y defensa común. "Es como la medicina preventiva. Es un proceso de convicción, pero a la larga ahorra muchos problemas", ha resumido.
Eso sí, ha dejado claro que "esta carrera es un proceso que no tiene final", por lo que la UE ha de estar "en la cresta de esta ola que está en permanente movimiento". "La Europa de la defensa y la seguridad debe construirse por convicción y no por necesidad", ha concluido.