Además, acordó ampliar la lista de bienes que se prohíbe importar o exportar del país asiático de régimen comunista, según explicó en un comunicado el embajador del Reino Unido ante la ONU, John Sawers.
Las tres entidades sancionadas son la empresa minera Korea Mining Development Trading Corp (KOMID), la compañía de defensa Korea Ryonbong General Corp y el banco Tachon Commercial Bank.
Sawers dijo que KOMID es el principal vendedor de armas de Corea del Norte y un exportador del material balístico, mientras que Korea Ryonbong desempeña un "papel integral" en la importación y exportación de equipamiento militar.
Por su parte, el banco Tachon se encarga de financiar las operaciones de compra venta de material militar, apuntó.
"El acuerdo unánime de todos los miembros del Consejo de Seguridad respecto a estas medidas, que son de obligado cumplimiento, representa un gran paso en la actuación internacional para desbaratar y disuadir los programas balísticos y de armas de destrucción masiva", consideró el embajador británico.
En un principio, Estados Unidos y Japón presentaron al comité una lista de una decena de empresas norcoreanas, pero la oposición de China y Rusia redujo el número a tres.
La decisión adoptada hoy por el comité se enmarca en la declaración aprobada el pasado 13 de abril por el Consejo de Seguridad, en la que se condenó el lanzamiento del cohete y se decidió poner en efecto las sanciones impuestas hace tres años.
Los quince miembros del órgano consideraron que la acción de Pyongyang infringió la resolución 1.718 de octubre de 2006, adoptada después de una prueba nuclear norcoreana, y en la que se instaba a Pyongyang a suspender su programa de misiles balísticos y le imponía sanciones económicas.
Esas sanciones nunca entraron en vigor, porque el comité de la ONU encargado de imponerlas no se llegó a reunir y, de hecho, no lo hizo por primera vez hasta esta semana.
Pyongyang asegura que el cohete lanzado el pasado 5 de abril transportaba un satélite de comunicaciones y no era una prueba encubierta de un misil balístico, como afirman algunos de sus países vecinos y las potencias occidentales.
Tras su lanzamiento, el cohete sobrevoló el espacio aéreo japonés sin causar daños y se precipitó al mar, según fuentes militares japonesas y estadounidenses.
En cambio, Pyongyang asegura que alcanzó a salir de la atmósfera terrestre y que el satélite que contenía está orbitando.