La Policía alerta de una oleada de falsos secuestros virtuales, con más de 50 víctimas desde finales de enero

EUROPA PRESS 16/02/2016 10:15

El falso secuestro virtual consiste en llamar a una persona haciéndole creer que un familiar cercano ha sido secuestrado y será torturado si no paga de inmediato un rescate. Esta nueva oleada, según la Policía, sigue el mismo patrón que las detectadas hace casi un año, cuando se localizó a los miembros de una trama en Santiago de Chile, en una operación realizada con las autoridades chilenas.

Generalmente, los supuestos secuestradores realizan llamadas generalmente por la tarde, --entre las 16:00 y las 23:00 horas--, desde teléfonos ocultos o con el prefijo 0056 (Chile), e intentando desde el primer momento intimidar a la víctima para que les facilite más información sobre el supuesto familiar secuestrado y hacer más creíble la situación. El objetivo es que, ante frases como "mamá, estoy secuestrado" o "me quieren matar", la víctima no pueda colgar para comprobar la veracidad de los hechos y pague el rescate que oscila entre los 1.000 y 10.000 euros.

Según la Policía, las llamadas suelen ser indiscriminadas, preferiblemente a teléfonos fijos. Los investigadores apuntan a que cuando una llamada les produce resultados positivos, los delincuentes continúan telefoneando a los números sucesivos, y eso explica que numerosas víctimas se concentren en los mismos barrios o localidades. De hecho, los últimos teléfonos que han denunciado este tipo de llamadas comienzan por las cifras "91 650".

Para darle más credibilidad a la amenazas, los delincuentes, con marcado acento sudamericano, además de identificarse como miembros de bandas criminales, llegan a imitar la voz de los familiares que dicen tener secuestrados, durante apenas unos segundos para evitar que las víctimas descubran el engaño, y recurren a efectos sonoros para generar terror.

La novedad en esta nueva oleada es que los delincuentes ya no reclaman el pago en depósitos a través de compañías internacionales, sino en mano, haciéndoles creer que están vigilando para que no intenten realizar ninguna otra llamada o comprobación. Para eso, prolongan la llamada durante bastante tiempo, para que la víctima no pueda corroborar si el secuestro es cierto y para que haga un pago rápido.

Sin embargo, hasta la fecha, tan sólo una persona ha realizado el pago del supuesto rescate, la víctima transfirió a los criminales 1.000 euros en un locutorio de Madrid.

Los especialistas en secuestros y extorsiones de la Policía Nacional aconsejan desconfiar de estas llamadas y contactar de inmediato con la Policía Nacional --a través del 091 o en cualquier comisaría-- si se recibe una de estas llamadas desde un número privado o desconocido.