El navío USS Donald Cook, de la clase Arleigh Burke, forma parte de la contribución norteamericana a la arquitectura de defensa antimisiles que la OTAN acordó desarrollar en 2010 para aumentar la protección frente a las amenazas que plantea la proliferación de misiles balísticos.
Está previsto que el primer destructor llegue a Rota el próximo 11 de febrero. Según los plazos establecidos para los tres restantes, el segundo llegará a la Base de Rota en junio; mientras que el escudo antimisiles se completará en 2015 con los otros dos.
En su comunicado, sin embargo, el Pentágono se ha limitado a apuntar que el despliegue quedará completo "en el curso de los próximos dos años".
El secretario de la Armada de Estados Unidos, Ray Mabus, ha destacado que su país "tiene una alianza históricamente fuerte con Estados Unidos" y que así queda de manifiesto con el envío de los buques. El despliegue permanente de estos destructores "nos permitirá estar en el lugar correcto, no sólo en el momento adecuado sino todo el tiempo", ha añadido.