Ver a Rajoy en Galicia es ver casi a una persona diferente. En tierras gallegas, el PP tiene que darlo todo. La mayoría absoluta es imprescindible para volver al Gobierno gallego y para devolver la confianza a un partido mermado por luchas internas y presuntas tramas de espionaje y corrupción.
A primera hora, Rajoy consulta su agenda y le muestran dónde tiene que hablar o qué pueblos va a visitar. Comienza a escribir a mano lo que luego será su discurso ante los micrófonos. El argumento central de la campaña está claro y el líder popular centra todos sus esfuerzos en hacer ver los presuntos derroches económicos de Touriño en mitad de una grave crisis económica.
Pueblo a pueblo, Rajoy habla con la gente de calle, escucha y apunta consejos. El PP no pasa por su mejor momento y la gente no es ajena a los problemas internos de un partido que lucha desde la oposición contra el Gobierno y contra sus propios escándalos. Si consiguen Galicia, muchos de los problemas de Rajoy desaparecerían.
Informativos Telecinco ha compartido con el líder popular 48 horas en las que se ha podido comprobar la dureza de la campaña. Rajoy confiesa que el truco es dormir bien. "Si no duermo bien, me levanto de mal humor y luego las cosas salen peor", comenta el presidente del PP. Entre acto y acto, el líder popular tiene tiempo para mostrar su cara amable al visitar la casa donde nació o recibir regalos de sus paisanos. CGS