Reformistas y conservadores moderados lucharán para que Ahmadineyad no repita

AGENCIA EFE 09/05/2009 12:54

Aferrados a esta idea, los dos aspirantes pro reformistas con más opciones registraron este sábado sus nombres como candidatos a los comicios del próximo 12 de junio.

Tanto el presidente del Parlamento, Mehdi Karroubí, como el ex primer ministro Mir Husein Mousavi, aprovecharon su obligado paso por el ministerio de Interior para volver a criticar con dureza al mandatario ultraconservador, al que acusaron de nefasta gestión económica y de haber ennegrecido la imagen externa del país.

Karroubí, considerado uno de los arquitectos del movimiento en pro de la reforma, señaló que su meta es reconstruir la economía nacional, promover el empleo y recuperar la confianza de la comunidad internacional.

En este sentido, Karroubí ha recalcado que si alcanza la presidencia está dispuesto, incluso, a reunirse con el mandatario norteamericano, Barack Obama.

En una reciente entrevista concedida a Efe, su número dos, Rasul Montayabniah, insistió en que la era Ahmadineyad ha destruido los avances logrados en los años previos y que un segundo mandato supondría un peligro para la estabilidad de la República.

En la misma línea se ha colocado Mousaví, para quien está en juego el futuro mismo de la revolución.

El ex primer ministro, que ha estado alejado de la primera fila política durante veinte años, aseguró hoy que "ve en peligro todos los logros de la revolución islámica".

En su opinión, la gestión de Ahmadineyad ha conducido a Irán hacia el desastre y se impone la necesidad de emprender un programa de "reformas tradicionalistas" que salve el régimen.

"Me presento para defender los valores que se están perdiendo... trabajaré para favorecer la creación de empleo y potenciar la industria nacional", afirmó hoy.

Mousavi, que dirigió el Gobierno durante el decenio posterior al triunfo de la revolución y los difíciles años de la guerra con Irak (1980-1988), ha recurrido a sus credenciales revolucionarias como garantía de que la reforma que promueve se ceñirá a los principios del régimen.

En una táctica que tiene como objetivo atraer al amplio sector de la población que navega entre el conservadurismo moderado y el blando aperturismo, renunció hoy a la etiqueta reformista, que suscita ciertas suspicacias entre gran parte del electorado, y se definió como "independiente".

Según los analistas locales, el ex primer ministro es quien más posibilidades tiene de contestar en las urnas la ventaja con la que parece partir el actual presidente.

A escasa distancia aparece la figura de Karroubí, hombre del régimen, fiel seguidor del fundador de la República Islámica, el ayatolá Rujolá Jomeini, que fue perseguido y encarcelado durante la monarquía Pahlevi.

En su contra juega, sin embargo, la edad, 72 años, y la supuesta "radicalidad" de algunas de sus propuestas.

La política de Ahmadineyad también ha creado rechazo entre algunos sectores de la corriente tradicionalista, en especial entre los denominados "principalistas" o conservadores moderados.

Su principal representante en las elecciones será el ex comandante jefe del poderoso cuerpo de elite de los Guardianes de la Revolución, Mohsen Rezaei, quien también ha atacado con contundencia la gestión económica del presidente.

Rezaei, que según los analistas cuenta con escasas opciones de victoria, subrayó el pasado domingo que si "la era Ahmadineyad continua nos asomaremos al abismo".

La corriente conservadora, que se presentó prácticamente unida a las elecciones de 2005, atraviesa en la actualidad por un momento de turbulencia.

La oferta de reconciliación extendida por Barack Obama ha sembrado inquietud y semillas de división entre los sectores más inmovilistas y los más moderados.

Según los analistas, el resultado de los comicios será el mejor barómetro para conocer las intenciones del régimen.

A priori, todo apunta a que Ahmadineyad podría repetir mandato, como lo han hecho todos los presidentes del periodo revolucionario en Irán.

Aunque Karroubí quiso hoy ponerlo en duda al subrayar que las décimas presidenciales "son diferentes" porque por primera vez el jefe del Gobierno se enfrenta a una posibilidad real de no repetir.

Una vez concluido el primer trámite, será el Consejo de Guardianes el que decida que candidatos son aptos y pueden competir en la campaña electoral que arrancará en próximo 22 de mayo.