"No lo vamos a poner fácil para que Rajoy y la Justicia puedan desplegar con toda rotundidad esas amenazas", ha dicho, después de que el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, haya avisado de que no tolerará ninguna ilegalidad.
Según ha dicho, en una entrevista en la Cadena Ser recogida por Europa Press, los partidos independentistas no pretenden hacer "una ilegalidad, sino una sustitución de legalidades en términos democráticos" y que lo hará "en unos términos inteligentes en el ámbito jurídico y político".
Rull ha lamentado que Rajoy "se enroque en los tribunales y en el Código Penal", su "argumentario de siempre", en lugar de "buscar diálogo y democracia".
El 'convergente' ha dejado claro que, para su partido, la sentencia del Tribunal Constitucional que anuló la resolución independentista del 9 de noviembre no invalidó políticamente este texto, porque puede hacer una "valoración de carácter jurídico" pero no "invalidar la voluntad expresada de forma mayoritaria, en términos de mayoría absoluta, por parte de un pueblo".
Tras la investidura de Carles Puigdemont como nuevo presidente de la Generalitat, Rull se ha mostrado convencido de que su antecesor, Artur Mas, tendrá "una colaboración importante, intensa y significativa en el ámbito institucional" y, en cualquier caso, el papel que le plantee el nuevo presidente.
Además, ha destacado que Mas pilotará "el proceso de refundación de CDC", consolidando así "el proceso hacia el Estado propio", y que "va a mantener en principio su condición de líder de CDC". "En principio y al final", ha matizado después.
Por otro lado, Rull ha subrayado que el acuerdo alcanzado por Junts pel Sí y la CUP para hacer presidente a Puigdemont no es un pacto de investidura, sino un acuerdo de legislatura. Es más, ha dicho que el acuerdo fue posible una vez que todos estuvieron de acuerdo en qué implicaba conseguir "estabilidad parlamentaria".
Por último, ha calificado de "claramente desafortunadas" las declaraciones del diputado de la CUP Benet Salellas en las que éste se jactó de que su formación había enviado a Mas "a la papelera de la historia".
A su juicio, son declaraciones más bien hacia la galería y lo importante es que ayer se invistió a un presidente de la Generalitat "con una mayoría muy sólida" y que eso da confianza" para una legislatura que necesitará "mucho debate interno y mucha cohesión interna".