Las salidas de tono, una constante en sede parlamentaria

INFORMATIVOS TELECINCO 12/11/2009 14:01

Tras criticar la querella presentada por los socialistas valencianos por financiación ilegal y otros seis delitos a raíz del Caso Gürtel contra altos cargos populares, Camps ha arremetido contra el portavoz del PSOE, Ángel Luna.

Sus palabras han ido más allá de lo habitual y han insinuado la, en su opinión, intención de los socialistas de querer asesinarle. "Le encantaría coger una furgoneta, venirse de madrugada a mi casa y por la mañana aparecer yo boca abajo en una cuneta", ha sentenciado.

Sin embargo, esta durísima salida de tono no ha sido la única de los últimos días en sede parlamentaria. Sin ir más lejos, este mismo jueves, el portavoz adjunto de CiU, Josep Sánchez Llibre, ha protagonizado un enfado monumental en la sesión de control en el Congreso.

Tras acusar al PSC, ERC e ICV de colaborar en el "asesinato político del Estatut", el número dos de CiU ha perdido los nervios por una 'broma' del responsable de Política Autonómica del PSOE, Álvaro Cuesta, sobre la excomunión planteada por los obispos a los que apoyen la ley del aborto. "No voy a permitir bromas en este tema. ¡No me hable de excomulgación!", ha sentenciado ente gritos.

A cuentas con el Yak

La ministra de Defensa, Carme Chacón, también ha sido partícipe de estos enfrentamientos en sede parlamentaria. El pasado mayo, tras conocerse la sentencia por el accidente del Yak-42, la titular se refirió a la responsabilidad de Trillo en el suceso al asegurar que "los culpables están sentados ahí dentro", en referencia a la Cámara baja.

El PP respondió a las insinuaciones de Chacón y tacharon sus declaraciones de "indignas, abyectas y viles".

Por los "disfraces" de De la Vega

En 2006, con motivo del viaje de la vicepresidenta del Gobierno a África, el entonces portavoz del PP, Eduardo Zaplana, arremetió con dureza contra De la Vega al criticar "su afición a disfrazarse".

"Cuánto ganaría la Cámara si usted, que es tan aficionada a disfrazarse de vez en cuando, un día, aunque sólo fuera un día, se vistiera de vicepresidenta de Gobierno y cumpliera con su obligación" fueron las palabras que sembraron la polémica y que provocaron que la mayor parte de las diputadas del PSOE y de IU abandonaran el hemiciclo.

Labordeta y el "gilipollas" del PP

Otro de los claros ejemplos de pérdida de papeles en sede parlamentaria lo protagonizó el ex diputado de la Chunta Aragonesista, José Antonio Labordeta.

En una sesión de control en el Congreso en 2004, Labordeta se ganó la reprimenda del entonces presidente de la cámara, Manuel Marín, al llamar "gilipollas" al diputado del PP, Carlos Aragonés. EPF