Un futbolista es demandado por dar a una menor éxtasis y dejarla en coma

Informativos Telecinco/ Agencias 08/08/2016 12:19

Una madre destrozada ha demandado al futbolista Stefan MacRitchie, de 20 años, para que vaya a prisión después de que éste le diera una pastilla de éxtasis a su hija mientras se besaban. La joven sólo tenía 14 años y quedó en un estado de coma debido a la alta intensidad de la pastilla.

La madre afirmó en Mirror que desde que conoció al jugador ha sido todo un calvario para la familia. MacRitchie, de Inverness en Reino Unido, es un joven futbolista que recientemente ha sido fichado por el equipo Strathspey Thistle, aunque anteriormente militaba en las filas del Fort William que le dio la oportunidad de seguir creciendo y progresar como profesional.

La madre, hundida, habló de los efectos que la pastilla causó en la mente de la joven: "Mi hija se lanzaba de la cama, golpeando su cabeza y arrastrándose por el suelo". Además, no sólo afectaba en su comportamiento, sino que también comenzó a perjudicar a su organismo porque "era como en una película de terror, como en 'El Exorcista'. Ella se puso de color azul y negro".

"Nosotros la sosteníamos, intentando mantenerla a salvo. Pero sus alucinaciones estaban a otro nivel, ella pensaba que salían cosas de las paredes intentando llegar a ella", declaró la madre. "Su cara estaba hinchada, parecía que hubiese estado en un accidente de coche", finalizó.

Los doctores le inducieron un coma para poder salvarla después de que el jugador de la 'Highland League' MacRitchie le metiese en la boca la pastilla 'Nintendo' en la fiesta de Año Nuevo, según comenta Daily Record. Su madre comenta que los médicos le han informado que su hija sólo tiene el 50% de posibilidades de sobrevivir.

La pasada semana, MacRitchie, de 20 años, admitió haber ofrecido esa droga a la joven el 1 de enero de 2014 y será sentenciado después de este mes. El Fiscal Michelle Molley dijo en las Cortes del Sheriff de Inverness que tanto la chica como el futbolista se reunieron en la fiesta de Año Nuevo. En dicha celebración, los propietarios de la casa eran adultos y estaban presentes, aunque la mayoría de los asistentes eran menores de edad y se conocían de la escuela.