Muere un bebé, que sufría ictiosis congénita severa, con solo dos horas de vida: sus padres son hermanos

Un bebé, nacido de una pareja incestuosa, murió a las dos horas de nacer. El pequeño estaba gravemente comprometido en cuanto a su genética puesto que su padre y su madre son hermanos. El trágico suceso ocurrió el pasado 4 de junio en Dustlik, una localidad de Uzbekistán.

En unas imágenes desgarradoras se pudo ver al recién nacido llorando en una incubadora mientras una enfermera limpiaba la piel seca y escamosa de su trasero.

El Ministerio uzbeko de Salud informó de que el pequeño nació con ictiosis congénita severa y con otros problemas de salud que describió como "potencialmente mortales". Su madre, nacida en 1994, tenía poco más de 35 semanas de embarazo cuando dio a luz al niño, que midió 47 centímetros, según añadió el Ministerio. También explicó que el fallecido era su segundo hijo y que el primero nació de un esposo anterior. En esa ocasión, el embarazo fue normal y todo salió bien.

A pesar de los mejores esfuerzos de los médicos por salvarlo, el recién nacido murió nada más llegar al mundo. El Ministerio de Salud apuntó que "en medicina está comprobado que, en la mayoría de los casos, los niños nacen con diversos defectos genéticos si se trata de un matrimonio de parientes cercanos".

"Por lo tanto, pedimos a los jóvenes que se preparan para casarse que primero se sometan a un examen médico y que luego comiencen una nueva vida, para evitar el matrimonio entre parientes cercanos", destacaron las autoridades.

Qué es la ictiosis congénita

La ictiosis congénita es un trastorno hereditario que ocasiona piel seca que pica y parece escamosa, áspera y roja. Los síntomas pueden variar desde leves a graves. Por lo general, la ictiosis solo afecta a la piel, pero a veces también puede afectar a los órganos internos.

Generalmente, el diagnóstico es por observación directa de las lesiones cutáneas. Sin embargo, el médico puede realizar exámenes para descartar otras enfermedades que puedan causar sequedad cutánea y escamosidad.

La persona afectada por esta enfermedad tiende a presentar los poros de la piel obstruidos, lo cual implica un serio peligro por sobrecalentamiento. Éste puede ocasionarle desmayos al no irradiar al exterior la temperatura excesiva del cuerpo que, de no corregirse, desemboca en un recalentamiento de los órganos vitales, con el grave riesgo para la vida que ello supone.

El tratamiento consiste en humectar la piel, generalmente con cremas y pomadas. Es mejor aplicarlas después del baño, cuando la piel está aún húmeda. Además, se pueden prescribir cremas que ayuden a la piel a mudar de una forma natural.

Temas