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Hace cinco años las llamas calcinaban la catedral de Notre-Dame. La restauración, que tanto ha dado de qué hablar, está a punto de concluir, coincidiendo con la mirada que todos tienen puesta en París, con motivo de los Juegos Olímpicos. Lo que parecía imposible está cada vez más cerca: Notre Dame abrirá al culto y al público el próximo mes de diciembre.
El ingeniero y alto funcionario Philippe Jost, responsable de la reconstrucción de la catedral de Notre Dame compareció en el Senado asegurando que se cumpliría lo prometido: "Estamos dentro de plazo y del presupuesto". Jost explicó que el proyecto ha costado hasta ahora 550 millones de euros aportado en parte con donaciones masivas, entre ellas las de los multimillonarios del sector del lujo François Henri Pinault y la familia Arnault. Ha habido tantas donaciones que se prevé que sobren fondos para nuevas inversiones en el edificio, dijo.
"Si nuestros patrocinadores lo aprueban, se utilizarán para restaurar la catedral y resolver los problemas anteriores al incendio, que afectan principalmente a la mampostería exterior", añadió Jost. Jost, de 63 años, ingeniero de formación que pasó gran parte de su carrera en el Ministerio de Defensa, asumió el cargo después de que su predecesor, el general Jean-Louis Georgelin, falleciera en un accidente de senderismo en agosto de 2023.
El incendio se desató el 15 de abril de 2019 por la tarde: las imágenes mostraban el tejado de la catedral cómo era consumido por las llamas, que rápidamente devastaron la aguja y parcialmente los campanarios principales. Medio mundo seguía cómo ardía el edificio medieval, símbolo de París, destino de millones de visitantes de la capital francesa.Han pasado cinco años del incendio, pero sigue sin estar claro por qué se desataron las llamas.
Las autoridades francesas han valorado dos posibilidades sin determinar si fue un fallo eléctrico o un cigarrillo encendido los responsables de arruinar uno de los monumentos más queridos de Francia. Los bomberos de París lucharon por cuatro horas hasta que lograron contener el fuego en la armadura de madera del tejado.
Emmanuel Macron prometió esa noche trató de tranquilizar a Francia, que estaba conmocionada por lo ocurrido. El presidente galo aseguró entonces que la renovación y reconstrucción de la Catedral de Notre Dame se haría en cinco años como un proyecto nacional. Desde entonces, las obras de la iglesia gótica episcopal Notre-Dame de Paris van a toda marcha. El jefe de obra nombrado, el exgeneral Jean-Louis Georgelin, ha mantenido informado al país de los progresos de la restauración que tantas expectativas ha levantado. "Gracias a una planificación rigurosa, estamos seguros y decididos a reabrir la catedral de París al culto y al público en diciembre de 2024", dijo Georgelin en una entrevista con el grupo periodístico Ouest-France.
El calendario de la restauración va según lo programado. Los operarios se han tomado el asunto como una cuestión de orgullo nacional. "Es la obra de mi vida, porque restaurar todo un monumento en toda su tridimensionalidad es algo excepcional", ha asegurado Emma Roux, quien trabaja en las icónicas vidrieras.
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