Una fuerte tormenta de arena de origen africano ha teñido el cielo de Atenas de naranja, dejando una impresionante imagen de todas las calles. La causa de que la tormenta haya llegado hasta Grecia es que las fuertes rachas de viento la han arrastrado desde el desierto del Sahara.
Las previsiones han informado que a partir del jueves 25 de abril será cuando bajen las temperaturas y vuelvan los vientos que posiblemente hagan desaparecer esta nube de polvo. Actualmente, los locales se han limitado a no salir de sus hogares, conducir o realizar actividades al aire libre dado la mala calidad del aire y la poca visibilidad que produce el polvo.
A este problema se le suma los 25 incendios que se produjeron las últimas 24 horas en todo el país, siendo arrestadas tres personas en la isla turística de Paros por sospecha de haber iniciado accidentalmente un incendio en unos matorrales este mismo lunes, el cual se fue propagando por los fuertes vientos provenientes del sur.
No se han registrado heridos ni daños importantes ya que pudieron ser controlados con éxito. La situación de Grecia cada año es devastadora debido a los incendios forestales que muy a menudo, suelen causar muchas muertes. De hecho, el año pasado fue el país que registró el mayor incendio de la Unión Europea en más de dos décadas. Esto se viene produciendo por la combinación entre las fuertes sequías y las altas temperaturas, que hacen tener cada temporada, un riesgo incrementado.
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