Alejandro Cao: el norcoreano con acento catalán

PILAR BERNAL 31/05/2009 08:40

Describe que su objetivo último es que Estados Unidos les trate "de igual a igual" aunque eso signifique medirse de nuevo en el campo de batalla por eso insiste una y otra vez en que en caso de guerra la población norcoreana y él mismo estarían dispuestos a todo: "Seguimos con la expectativa de que Estados Unidos lance un ataque contra el país por eso el clima de tensión es tan grande. En Corea del Norte cada ciudadano, yo también por supuesto, es un soldado y eso implica que siempre estamos alerta".

No vacila al explicar con firmeza marcial que el ensayo del lunes pasado forma parte del desarrollo del sistema defensivo de Corea del Norte y que debe respetarse la soberanía norcoreana: "está claro que es un sistema disuasorio para mostrarle los dientes a Estados Unidos antes de que piense en entrar. No se cuestiona que otros países tengan armamento nuclear, queremos que se respete nuestra independencia".

El pueblo norcoreano le viene a la boca cada dos por tres, ese pueblo con el que empezó a flirtear a los quince y del que todavía no se ha separado. A esa edad, explica, "eres un idealista y buscas respuestas. El sistema de la República Popular Democrática de Corea del Norte me las dio". En un acto cultural de una delegación norcoreana en Madrid los funcionarios repararon en el chaval catalán que tanta devoción sentía por los líderes y por Corea y empezaron a alimentar a la criatura: "me dieron libros, información política y empecé a tener contacto con norcoreanos". Poco se fue forjando el soldado, empezaron los viajes a la península coreana, financiados por el régimen, y también su actividad aquí creando la "Asociación de Amistad Española con Corea del Norte", sembrando con miguitas de pan un camino que le ha llevado a ser el único extranjero con un alto cargo en los dominios de Kim Jong Il.

Cao de Benos siente auténtica reverencia por los líderes de la única dinastía comunista del planeta y cuando habla de ellos las pupilas le brillan, el gesto se le pone grave y los líderes se convierten en algo divino: "el padre fundador de Corea del Norte y 'Amado Líder', Kim Il Sung es el padres de todos los coreanos y el hijo, actual presidente, "Querido Líder Kim Jong , él ha continuado su obra". Él argumenta que la devoción que se tiene en Oriente por los gobernantes es algo que en Occidente choca pero que allí se entiende de otro modo. Está claro, sin embargo, que los 56 años de férreo régimen de culto al líder han dado sus frutos, generaciones educadas en una devoción más que religiosa: amar a los líderes es obligatorio. "Ahora es bastante mayor y ya no puede llevar el ritmo de hace veinte años pero no existe ningún tipo de revolución o de escisión interna. En cualquier caso hay una cadena de mando disciplinada para que en caso de que el líder falleciese continuase el Gobierno del país".

La voz española de Corea del Norte , lo es además porque Alejandro Cao tiene un torrente de voz que explota para cantar canciones patrióticas en coreano. Cuenta que se ha adaptado tan bien al país y a sus gentes debido a que los coreanos, dice, son alegres y entusiastas, de ahí que se les llame los latinos de Asia. Así que él ejerce allí de super-latino porque, además de fiel servidor del "Querido Líder Kim Jong Il" como Responsable de Relaciones Culturales con Occidente, es cantante ocasional: "Soy como Julio Iglesias pero en Corea del Norte". Le reconocen por la calle y de vez en cuando sale cantando en los shows televisivos del país bunker; hasta le piden autógrafos o fotografías por la calle. Para los norcoreanos, que desconocen todo lo que sucede en el extranjero cultural, política o socialmente, el español es el ser más exótico que conocen.

A lo largo de veinte años se ha hecho un hueco en la compleja estructura del régimen Juche, esa singular idea post-estalinista hecha a la medida de la personalidad coreana que él se niega a llamar dictadura: "A los que dicen que en Corea del Norte no hay libertad les invitaría a visitar el país. Todo el mundo habla de Corea sin haber estado allí. Cada persona puede decir lo que quiera pero con respeto, siempre con respeto". Pero lo cierto es que el respeto en ese lejano país es una palabra amplia y líquida que para muchos significa que no la han comprendido significa cárcel o reeducación. "Hay que entender el carácter norcoreano para entender nuestro sistema. Es imposible que el Gobierno se hubiese mantenido tantos años sin el apoyo del pueblo".