"Lo que intentaremos hacer es hablar sobre cómo poner fin a esta sangrienta guerra y para eso creo que tenemos una especie de 'hoja de ruta' en el comunicado que se aprobó el 30 de junio de 2012. Ahora hay que ver cómo usar esta plataforma de la mejor manera", ha dicho Brahimi.
"No tenemos ilusiones de que vaya a ser fácil, pero lo vamos a intentar con todas nuestras fuerzas", ha agregado, según ha informado la cadena de televisión británica BBC. Asimismo, ha manifestado que ni siquiera sabe si ambas partes van a querer sentarse en la misma habitación.
Por otra parte, ha señalado que ambas partes parecen dispuestas a discutir sobre la mejora de acceso para el reparto de ayuda humanitaria, el intercambio de prisioneros y altos el fuego locales.
"Hemos tenido algunos indicios ciertamente claros de que las partes están dispuestas a discutir cuestiones de acceso a las personas necesitadas, la liberaciones de prisioneros y altos el fuego locales", ha precisado.
Tanto el Gobierno como la CNFORS han intercambiado una serie de duras acusaciones en la primera jornada de la cumbre, en la que las partes han mantenido múltiples contactos directos e indirectos con todos los participantes en la conferencia.
Durante la conferencia, el presidente de la coalición opositora, Ahmed Jarba, ha reclamado a la delegación gubernamental que firme la declaración acordada en Ginebra I, que contempla la creación de un gobierno de transición, mientras que el ministro de Exteriores sirio, Walid al Muallem, ha insistido en que el presidente, Bashar al Assad, no se plegará a las peticiones de que deje el poder.
Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha hablado sobre el sufrimiento derivado del conflicto y ha subrayado que "ya es suficiente" y que "ha llegado el momento de negociar". "Lo difícil llega el viernes. Tenemos un camino difícil por delante, pero se puede hacer y se tiene que lograr", ha valorado.