"Consideramos las cartas del Gobierno francés e italiano como contribuciones útiles y constructivas", ha dicho el portavoz de Asuntos Económicos, Simon O'Connor.
El ministro de Finanzas galo, Michel Sapin, y el italiano, Pier Carlo Padoan, enviaron este lunes sendas misivas a Bruselas en las que prometieron ajustes extra, respectivamente, de 3.700 millones y 4.500 millones de euros en sus cuentas públicas para el año que viene con el fin de evitar que el Ejecutivo comunitario las tumbe.
La Comisión celebra estas concesiones y está ahora "analizando la información" remitida por París y Roma, según ha explicado el portavoz. "No puedo decir ahora si serán suficientes", ha apuntado O'Connor, que ha sostenido que la evaluación "todavía está en marcha".
En todo caso, el Ejecutivo comunitario está obligado a decidir este miércoles si rechaza o no los presupuestos de Francia e Italia, ya que vence el plazo de 15 días desde que fueron remitidos a Bruselas que marca la legislación comunitaria.
La Comisión envió la semana pasada avisos preliminares a Francia, Italia, Austria, Eslovenia y Malta en los que señalaba que sus respectivos proyectos de presupuestos incumplen los compromisos de reducción del déficit pactados con la UE. Esta advertencia constituye el primer paso para rechazar oficialmente las cuentas públicas.