Chávez ha pensado en "planes de guerra" mientras varios países llaman a la distensión

AGENCIA EFE 31/07/2010 02:51

Chávez hizo la declaración al considerar que su colega, Álvaro Uribe, "es capaz de todo" antes de entregar el poder, el próximo 7 de agosto.

"Hace unas tres noches le decía al vicepresidente (Elías Jaua): '¡Qué tristeza me da, lo confieso, estar revisando planes de guerra!'", relató Chávez en una llamada telefónica a la emisora VTV de la red estatal de televisión.

Las declaraciones del mandatario venezolano prosiguieron a otras de Uribe, en las que sostuvo ante periodistas que combatir el terrorismo "crea fricciones diplomáticas" pero es un paso "necesario".

"Nosotros no podíamos permitir que ante los atentados del terrorismo simplemente nos siguieran dando palmaditas de pésame en los hombros y (seguir) tranquilos con los derramadores de sangre en el extranjero. Creo que ahí se ha dado un paso difícil. Crea dificultades, crea fricciones diplomáticas, pero necesario", señaló Uribe.

El tire y afloje entre ambos mandatarios prosigue ante el fracaso de la cumbre de cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), celebrada ayer en Quito.

Sobre ella, el canciller colombiano, Jaime Bermúdez, afirmó hoy que los ministros reunidos ayer en Quito para ayudar a dirimir el conflicto habían logrado redactar una "declaración prácticamente consensuada por todos", pero Venezuela, que según él había aceptado la "versión inicial", a última hora se opuso y todo quedó en nada.

Su par venezolano, Nicolás Maduro, desmintió tales afirmaciones, y agregó que "el canciller de Colombia se va y se despide de Unasur mintiendo".

La cita de cancilleres analizó esta crisis bilateral, desatada a raíz de las denuncias del Gobierno de Uribe sobre la presunta presencia de jefes guerrilleros colombianos en Venezuela, lo que niega Caracas, que decidió romper las relaciones con Bogotá.

Sobre el asunto, el secretario de Estado adjunto de EE.UU. para Asuntos del Hemisferio Occidental, Arturo Valenzuela, dijo que su Gobierno espera que Colombia y Venezuela encuentren una solución al conflicto diplomático surgido a raíz de las denuncias colombianas, que consideró "serias".

"La posición de EE.UU. sobre esto es que queremos que ambos países encuentren una solución a su problema. Debemos dejar en claro que pensamos que las acusaciones presentadas por Colombia son serias y merecen ser revisadas y que sean respondidas por parte de los venezolanos", declaró durante una visita a Trinidad y Tobago.

Desde El Salvador, el ex presidente boliviano Jorge Quiroga dijo que también comparte la preocupación de Colombia sobre su denuncia y pidió que la misma sea investigada.

"Hace mucho tiempo se sabe que hay por lo menos relaciones peligrosas de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) con elementos del Estado venezolano. A qué nivel llega, dónde llegan, es algo que hay que determinar e investigar", declaró a Efe Quiroga.

De un parecer distinto se mostró el mandatario paraguayo, Fernando Lugo, quien dijo que él "no aseguraría que las pruebas de Colombia sean contundentes" y que "escucharía a ambas partes".

A su turno, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien hoy visitó Paraguay, insistió en que trabajará para reconstruir las relaciones entre Bogotá y Caracas, incluso cuando deje la presidencia a final de año.

"La única palabra que no puede existir entre ambos países es guerra. Es una palabra fuerte. Se debe pronunciar la palabra paz", dijo Lula, quien enfatizó que va "a trabajar para reconstruir la relación".

De hecho, Lula conversó hoy por teléfono con el presidente electo de Colombia, Juan Manuel Santos, quien asumirá el próximo 7 de agosto, y precisó que el contacto ayudó a preparar un proceso de reducción de las tensiones por la crisis.

"Lula conversó con Santos y, aunque no dio detalles de lo abordado, dijo que considera que fue una conversación bastante positiva y que ayudó en esa preparación para una distensión del escenario", afirmó Marcelo Baumbach, portavoz de la Presidencia brasileña.

No obstante las voces de solidaridad, el diario The Washington Post criticó hoy especialmente a EE.UU. y Brasil, al primero por ser demasiado "tibio" en su respuesta ante las denuncias de apoyo venezolano a las guerrillas de las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), y al segundo por ser demasiado "permisivo" con Chávez.

En un editorial, el diario afirmó que Uribe "está profundamente frustrado por el apoyo continuo de Venezuela a las FARC y la inacción de la comunidad internacional de pedir cuentas" por ello al presidente Chávez.

Otros, en cambio, como el canciller argentino, Héctor Timerman, buscaron apaciguar el fuego y alentaron el trabajo de la Unasur para encontrar una solución pacífica al conflicto.

Timerman afirmó que "está el camino abierto" para que la Unasur contribuya a la solución, y negó que sea "una desilusión" la falta de acuerdo en la cita ministerial en Quito.

"Uno va con todas las mayores expectativas, se encontró el camino para la paz. No hay ninguna desilusión ni ninguna ilusión, estamos trabajando", dijo.

"Hay un gran camino que recorrer para generar nuevamente confianza", señaló a su turno el ministro de Relaciones Exteriores de Perú, José Antonio García Belaúnde, quien dijo confiar en que "se vaya avanzando en la posibilidad de una convocatoria a una cumbre de (presidentes de) Unasur" para evaluar la crisis.

Sobre la tensa situación se manifestó también el dirigente opositor venezolano y ex presidente del partido social cristiano Copei Eduardo Fernández, quien pidió que cese el lenguaje de confrontación entre Venezuela y Colombia ante el reciente cruce de declaraciones.

Colombia y Venezuela "están obligadas por el presente, pero sobre todo por el futuro, a ser países hermanos", precisó.